El Papa Francis apoyó el domingo el llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, a un alto el fuego global para que el mundo pueda centrarse en la lucha contra la pandemia del coronavirus, informó Reuters.
Hablando en su oración semanal, pronunciada desde la biblioteca papal oficial en lugar de la Plaza de San Pedro debido al cierre de Italia, Francis mencionó específicamente el llamamiento que Guterres hizo en una conferencia de prensa virtual el lunes.
Diciendo que la enfermedad no conoce fronteras, Francisco hizo un llamamiento a todos para "detener toda forma de hostilidad belicosa y favorecer la creación de corredores para la ayuda humanitaria, los esfuerzos diplomáticos y la atención a los que se encuentran en situaciones de gran vulnerabilidad".
Más de 662.700 personas han sido infectadas por el nuevo coronavirus en todo el mundo y 30.751 han muerto, según un recuento de Reuters.
Alrededor de un tercio de las muertes han sido en Italia, donde el número de víctimas pasó de 10.000 el sábado, una cifra que hacía casi segura una extensión de un cierre nacional.
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Los casos confirmados en Italia ascendieron a 92.472, el segundo mayor número de casos en el mundo después de los Estados Unidos.
El Vaticano, una ciudad-estado de 108 acres rodeada por Roma, ha tenido seis casos confirmados y el sábado el portavoz Matteo Bruni dijo que las pruebas se realizaron después de que un sacerdote que vive en la residencia papal diera positivo.
Bruni dijo que el Papa y sus ayudantes más cercanos no tenían la enfermedad.
Los efectos sociales de la pandemia han sido comparados con períodos dolorosos como la Segunda Guerra Mundial, la crisis financiera de 2008 y el brote de gripe española de 1918 que mató a unos 50 millones de personas en todo el mundo.
Las Naciones Unidas han tratado de mediar para poner fin a los conflictos en países como Siria, el Yemen y Libia, al tiempo que prestan asistencia humanitaria a millones de civiles.
Guterres advirtió que en los países devastados por la guerra los sistemas de salud se han derrumbado y que el pequeño número de profesionales de la salud que quedaba era a menudo el blanco de los combates.
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En su discurso del domingo, Francisco también apeló a las autoridades a ser sensibles al problema particular que el coronavirus plantea en las prisiones de todo el mundo, muchas de ellas superpobladas.
Dijo que la situación de las prisiones "podría convertirse en una tragedia".
Los prisioneros se han amotinado en varios países, incluyendo Italia, donde al menos seis reclusos murieron a principios de este mes. Los prisioneros se amotinaron en una cárcel del noreste de Tailandia el domingo.
Varios países, entre ellos Alemania, el Sudán y el Irán, han puesto en libertad a los reclusos a fin de reducir la presión sobre sus sistemas penitenciarios.