Unos 35.000 civiles, desplazados por el régimen de Bashar Al-Assad y sus aliados, han regresado a sus hogares en la provincia noroccidental siria de Idlib, tras el acuerdo de cesación del fuego que se negoció entre Turquía y Rusia en marzo.
El director del Grupo de Coordinación de Respuesta de Siria, Mohammad Hallaj, informó a la Agencia Anadolu que: "Algunos de los sirios desplazados han regresado a sus hogares inmediatamente después de que cesaron las operaciones del régimen sirio".
El Grupo de Coordinación de la Respuesta de Siria lleva a cabo una labor sobre los datos de migración en la región.
Turquía y Rusia acordaron una cesación del fuego que comenzó el 12 de enero. Sin embargo, el régimen de Assad y sus aliados desafiaron el acuerdo lanzando ataques continuos.
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En respuesta, los presidentes turco y ruso se reunieron en Moscú el 5 de marzo para llegar a un nuevo acuerdo, y un nuevo alto el fuego entró en vigor al día siguiente. Aunque las fuerzas del régimen han violado el acuerdo en varios puntos, las partes siguen siendo actualmente leales a la cesación del fuego.
Rusia apoya a las fuerzas de Al-Assad, mientras que Turquía apoya a los militantes que se le han opuesto durante casi nueve años.
Tras las conversaciones de Astana de 2017, Turquía, Rusia e Irán acordaron convertir la ciudad de Idlib y otras tres regiones en "zonas de desescalada", donde se prohibieron los actos de agresión.
Sin embargo, el régimen y los grupos terroristas extranjeros apoyados por Irán capturaron tres de las zonas con el apoyo de los ataques aéreos rusos, e Idlib se convirtió en su nuevo objetivo.Las fuerzas del régimen intensificaron su despliegue militar en septiembre de 2018, lo que allanó el camino para el acuerdo de Sochi entre Turquía y Rusia el mismo mes.
Más tarde, el régimen sirio, tras detener su agresión, lanzó una ofensiva terrestre en mayo de 2019 y capturó el sur y el sudeste de Idlib, las partes septentrionales y las zonas rurales orientales de Hama, y muchos asentamientos de las partes rurales meridionales y occidentales de Alepo.
Desde el acuerdo de Sochi, los ataques del régimen y sus aliados han causado la muerte de más de 1.800 civiles, y casi dos millones de personas han sido desplazadas debido a la situación desde principios de 2019.