Por Rania Mostafa
Desde el comienzo de las revoluciones de la Primavera Árabe, el mundo parecía estar preparándose para un evento desconocido para el público en general, pero del que los líderes de las superpotencias mundiales tenían conocimiento. En mi opinión, las revoluciones no fueron más que una reedición del acuerdo Sykes-Picot de 1916 a la luz de una grave crisis económica mundial a la que las principales potencias siguen tratando de encontrar soluciones.
Tras el final de la fase de la Primavera Árabe, y el primer mundo se libró de las revoluciones arrojándolas a un cesto de guerras civiles, ahora ha surgido la crisis del coronavirus Covid-19. Se sabe que estos virus existían en 1890, cuando existían las cepas bovinas y equinas. Fueron encontrados en humanos en 1950. También estaba la cepa de murciélago, el SARS, que surgió a principios del decenio del 2000, lo que hizo que unas 8.000 personas contrajeran la enfermedad, de las cuales el 10% murió en 2003. Los coronavirus se convirtieron entonces en MERS-COV y provocaron la muerte de 52 personas en 2013 y 93 en 2014. Hubo brotes en Corea del Sur en 2015, y una nueva cepa, Covid-19, surgió en China a finales del año pasado. Al 30 de marzo, hay casi 700.000 casos en todo el mundo, y más de 33.000 personas han muerto a causa del virus.
La gripe estacional aparece cada año, con unos 5,30 millones de personas que contraen la "gripe"; las estimaciones de muertes relacionadas varían entre 290.000 y 650.000, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud y sus socios en materia de salud mundial. Sin embargo, no había el grado de alboroto en torno a la gripe como el que estamos viendo sobre el Covid-19.
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La epidemia de gripe que azotó a Alemania en 2017 y 2018 se cobró la vida de unas 25.000 personas. El Instituto Robert Koch (RKI) estima que el número de personas con gripe en invierno en Alemania es de entre 4 y 16 millones. El CDC, por su parte, informó de un número alarmante de muertes por gripe en los EE.UU.; desde principios de octubre pasado hasta principios de febrero de este año, las estimaciones oscilaron entre 16.000 y 41.000. Además, 6,2 millones de personas en Francia fueron infectadas por la gripe estacional y casi 9.500 personas murieron de ella en 2019.
Sorprendentemente, a pesar de la larga historia de los coronavirus, los científicos no han encontrado una vacuna eficaz. ¿Es esto negligencia, pereza o una conspiración? Se afirma que las compañías farmacéuticas están evitando una vacuna porque no sería tan rentable como los tratamientos producidos para enfermedades recurrentes o crónicas. Eso es comprensible, hasta cierto punto. Sin embargo, ¿por qué los líderes mundiales están prevaricando sobre la búsqueda de una vacuna, dado que la profesión médica ha estado advirtiendo sobre una epidemia desde 2018, cuando mi hija, por ejemplo, tenía los mismos síntomas del virus actual y muchas personas de mi ciudad estaban siendo trasladadas al hospital después de contraer una neumonía grave? ¿Teoría de la conspiración o simple hecho?
La propagación del coronavirus Covid-19 recuerda a un episodio de Los Simpson emitido hace 27 años, en el que una enfermedad similar al virus se propagó por los Estados Unidos después de que se recibieran paquetes de Japón. Piensa también en la película Contagion de 2011, cuyo director aparentemente buscó el consejo de la OMS, científicos y médicos para hacerla más realista. Y qué hay de la novela Eye of Darkness de 1989 que menciona una guerra biológica con el coronavirus que se propagó desde la ciudad china de Wuhan, donde se identificó por primera vez la última pandemia. Otros eventos significativos han aparecido en las películas años antes de que ocurrieran de verdad. La película de 1996 El beso largo de buenas noches, por ejemplo, mencionaba un plan para atacar el World Trade Center de Nueva York.
Personalmente, no creo en las coincidencias, por lo que sólo tengo dos explicaciones posibles: o bien se filtraron los planes reales, o bien los cineastas, escritores, etc. inspiraron a la gente a representar los acontecimientos de verdad.
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Un mundo amenazado por los extraterrestres en la ciencia ficción suele llevar a la gente a entrar en pánico cuando sus líderes políticos los llevan a la guerra o al desastre. La gente se vuelve como masilla en las manos de los políticos, listos para obedecer cada orden por absurda que sea. En otras palabras, manipulación masiva.
China y América están intercambiando acusaciones sobre el Covid-19 y las sospechas rodean las respuestas políticas a la pandemia en Alemania, Francia y Gran Bretaña. El número exacto de infecciones por coronavirus no se conoce realmente porque algunos gobiernos están - se alega - encubriendo los hechos para proyectar su propia imagen "fuerte". Mientras tanto, los jefes de estado y los políticos de alto rango están en cuarentena por haber mostrado síntomas. ¿Están en "auto-aislamiento" por razones genuinas, o están ahí para ser protegidos? Los generales poderosos mueren de la enfermedad, ¿o no? ¿Fueron eliminados porque los que estaban en la cima los consideraban una amenaza para sus propias posiciones?
Los gobiernos de todo el mundo han ordenado a la gente que se quede en sus casas; las escuelas, universidades y lugares de culto han sido cerrados; y los viajes no esenciales están prohibidos. En muchos países se están adoptando las mismas medidas de precaución, a pesar de que sus tasas de infección varían. ¿Están exagerando los medios de comunicación la gravedad del virus y sus efectos? ¿Este tipo de respuesta es exagerada es absolutamente necesaria?
El hecho de que el mundo tal como lo conocemos vaya a cambiar como resultado de todo esto sugiere que manos ocultas están trabajando para manipular los resultados finales de las nuevas fronteras estatales, de los imperios que suben y bajan y de las economías nacionales que están aún más en deuda con los funcionarios bancarios no elegidos. Puede que incluso haya una especie de selección natural en juego aquí; la ley de la selva y la supervivencia del más fuerte. Por supuesto, podría haber todo tipo de razones para que tales cosas le sucedan a tanta gente en tantos países de todo el mundo. Sin embargo, no hay muchas que puedan hacer que todo suceda al mismo tiempo.
Me preocupan muchas de estas ideas, pero sobre todo me preocupa el hecho de que el Covid-19 haya despertado una preocupación por las vidas humanas que ha desaparecido por completo en lugares como el Yemen y Siria y en un sinfín de otros lugares problemáticos del mundo. Si la vida humana es tan importante, ¿por qué el mundo no ha actuado conjuntamente con el mismo grado de urgencia de Covid-19 para detener la "intervención" en el Yemen que ha llevado a que 3 millones de personas se enfrenten a la hambruna, el cólera y a una catástrofe humanitaria? La guerra en Siria ha matado a más de medio millón de personas y ha desplazado a millones más? ¿Es una persona que muere a causa de una enfermedad prevenible diferente de la que muere con un arma de fuego?
El resultado final es que hay un cambio político o una evolución similar que se esconde bajo el manto del coronavirus, y no se hará evidente hasta que la tormenta Covid-19 se calme. ¿El coronavirus es el resultado de una conspiración? La evidencia disponible para todos nosotros debería hacernos pensar dos veces antes de desestimar tales afirmaciones.
Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.