La ONU ha condenado el ataque del domingo a una prisión en Yemen que dejó al menos seis personas muertas y otras 11 heridas.
"Condeno enérgicamente el bombardeo del domingo de la Prisión Central de Taiz, que causó la muerte de cinco mujeres y un niño, y dejó al menos otras 11 personas heridas", dijo Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Bachelet dijo que no hubo presencia militar en la zona ni enfrentamientos armados.
"Un ataque de este tipo no puede justificarse bajo ninguna circunstancia. Este ataque parece ser una violación del derecho internacional humanitario y, según las circunstancias, podría constituir un crimen de guerra", dijo.
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Los rebeldes hutíes afirmaron que no atacaron la prisión.
Yemen ha estado acosado por la violencia y el caos desde 2014, cuando los rebeldes apoyados por Irán invadieron gran parte del país, incluida la capital de Sanaa.
La crisis se agravó en 2015 cuando una coalición militar dirigida por los saudíes lanzó una devastadora campaña aérea destinada a hacer retroceder los logros territoriales de los hutíes.
Se cree que decenas de miles de yemeníes, incluidos civiles, han muerto en el conflicto, que ha provocado la peor crisis humanitaria del mundo, ya que millones de personas siguen corriendo el riesgo de morir de hambre.
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