Egipto comenzará la construcción de varios proyectos de agua en el sur del Sudán y Uganda, anunció ayer el Ministro egipcio de Recursos Hídricos e Irrigación, Mohamed Abdel-Ati.
"Egipto ha comenzado la construcción de seis estaciones de agua potable subterránea en la República de Sudán del Sur", dijo Abdel-Ati a los periodistas, y añadió que los proyectos se contrataron en 2019.
Señaló que los proyectos estaban siendo financiados por Egipto, explicando que habían llegado como parte de una estrategia de desarrollo del sector del agua iniciada por el gobierno.
El funcionario egipcio saludó lo que describió como "Varios casos de éxito de cooperación bilateral en mega proyectos entre los países africanos, especialmente los de la cuenca del Nilo".
Abdel-Ati también señaló que su país construiría cinco presas de captación de agua de lluvia en Uganda para el consumo y el uso doméstico, y añadió que las presas consistirían en estaciones de almacenamiento en tierra para acumular el agua de lluvia.
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El lunes, una fuente oficial del gabinete egipcio informó de que más del 90% de los principales proyectos nacionales de Egipto se habían suspendido tras el brote del nuevo coronavirus.
El anuncio se produce cuando El Cairo se enfrenta a una disputa en curso con Etiopía y Sudán por la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD), que Addis Abeba está construyendo cerca de su frontera con Sudán, alegando que proporcionaría al país "la electricidad y la regeneración económica que tanto necesita". Egipto cree que cuando se llene la presa, se restringirá el ya escaso suministro de agua del Nilo.
Egipto depende casi enteramente del agua del Nilo, ya que recibe alrededor de 55,5 millones de metros cúbicos al año del río, y cree que el llenado de la presa afectará al agua necesaria para el consumo, la agricultura y la electricidad.
Después de que fracasaran las conversaciones a tres bandas entre los países africanos, éstos llegaron a un acuerdo con los EE.UU. como mediador externo.
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En noviembre, los EE.UU. mediaron en una reunión en Washington, fijando el 15 de enero como fecha límite para resolver la disputa, que en un momento dado parecía destinada a estallar en un conflicto militar entre El Cairo y Addis Abeba. Acordaron cuatro rondas de negociaciones. La primera se celebró en la capital etíope, la segunda en El Cairo y la tercera en Jartum.
A pesar de que las discusiones parecían optimistas, en Navidad se estancaron de nuevo después de la tercera ronda de discusiones en la capital sudanesa.
El Cairo quiere que Etiopía garantice que Egipto recibirá 40 mil millones de metros cúbicos o más de agua del Nilo. El Ministro de Irrigación de Etiopía, Seleshi Bekele, afirma que Egipto ha abandonado esta demanda, pero Egipto insiste en que no lo ha hecho y ha emitido una declaración a tal efecto.
También hay un conflicto no resuelto sobre la velocidad a la que se llenará la presa, y Egipto teme que si se llena demasiado rápido, podría afectar a la electricidad generada por la Alta Presa de Asuán. Egipto quiere que se llene durante un período mínimo de siete años, mientras que Etiopía está presionando por cuatro años.