La Dirección General de las Fuerzas de Seguridad Interna del Líbano anunció el viernes que había interceptado la mayor operación de contrabando de drogas de la historia del Líbano, tras frustrar el contrabando de 25 toneladas de hachís a través del puerto de Beirut a un país africano.
Según la declaración de la Dirección, tras un seguimiento de tres meses, la Oficina Central de Lucha contra los Estupefacientes de la Unidad de Policía Judicial: "Se incautó un convoy de ocho camiones que se dirigían al campus del puerto de Beirut, que contenía miles de bolsas de nylon llenas de tierra agrícola".
Tras la inspección de los contenedores en el puerto el 24 de marzo, se incautaron grandes cantidades de hachís, con un peso aproximado de 25 toneladas, que se embalaron profesionalmente dentro de bolsas, según la declaración.
La Dirección explicó que la cantidad incautada, que se dirigía a un país africano que las fuerzas de seguridad no nombraron, se considera la: "Más grande en la historia del Líbano, y estaba lista y preparada para ser comercializada, promovida, vendida y pasada de contrabando en el extranjero". Se está llevando a cabo una investigación bajo la supervisión de la judicatura correspondiente y se está trabajando para detener a los implicados".
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Según las Naciones Unidas, el Líbano es el tercer productor mundial de hachís, después de Afganistán y Marruecos.
Conocido por su "buena calidad", el hachís fue una industria floreciente durante la guerra civil libanesa (1975-1990). Generó millones de dólares antes de que el Estado lanzara campañas para eliminarlo, prometiendo cultivos alternativos, que no se lograron.
Las fuerzas de seguridad libanesas están trabajando para destruir los cultivos de la región de la Bekaa, en el este, y también están atacando a los agricultores. A menudo se producen enfrentamientos entre estas fuerzas y las familias que trabajan en este campo, además de intervenciones políticas para detener las campañas.
En los últimos años, las fuerzas de seguridad han incautado grandes cantidades de hachís y píldoras de captagon, destinadas a la exportación, y se han detenido muchas redes de comercio internacional. También se han incautado cantidades de cocaína y drogas industriales importadas al Líbano.