Se sospecha que empresas vinculadas a los Emiratos Árabes Unidos violan el embargo de armas de las Naciones Unidas contra Libia al suministrar combustible para uso en combate al general rebelde Khalifa Haftar.
Casi 11.000 toneladas de combustible para aviones, por valor de 5 millones de dólares, fueron transportadas desde los Emiratos Árabes Unidos y entregadas a Bengasi, el cuartel general de la ofensiva militar de Haftar contra el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) respaldado por la ONU en Libia, según documentos vistos por el Financial Times. El envío está siendo investigado por expertos de la ONU, pero hay indicios de que está violando el embargo de armas acordado en febrero por los líderes mundiales en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La enviada en funciones de la ONU a Libia, Stephanie Williams, dijo al FT que, a juicio de la ONU, el combustible para aviones se consideraba "suministros de combate". Por lo tanto, el envío al este de Libia podría constituir una violación del embargo.
Funcionarios de las Naciones Unidas confirmaron que las empresas implicadas están registradas en los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, se están llevando a cabo investigaciones para determinar cómo se realizaron las transacciones financieras e identificar a los responsables.
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Los funcionarios libios en Trípoli alegan que los Emiratos Árabes Unidos habían seguido enviando municiones y equipo militar a las fuerzas de Haftar a pesar de un acuerdo entre las potencias extranjeras para poner fin a toda interferencia.
A pesar de los esfuerzos por sofocar la violencia, se sospecha desde hace tiempo que los Emiratos Árabes Unidos han alimentado la guerra civil libia al apoyar a Haftar en lugar de al GNA. El mes pasado la Corporación Nacional de Petróleo sospechó que los Emiratos enviaban combustible de aviación a zonas controladas por fuerzas leales al general renegado.
En enero, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusó a los Emiratos de financiar y apoyar a los mercenarios rusos que luchan en Libia junto a las fuerzas de Haftar. Un mes más tarde, Williams, de la ONU, advirtió sobre la continua violación del embargo de armas: "El embargo de armas se ha convertido en una broma. Todos tenemos que dar un paso adelante. Es complicado porque hay violaciones por tierra, mar y aire, pero hay que vigilarlo y hay que rendir cuentas".