El uso por parte de Israel de la tecnología de rastreo de teléfonos para rastrear a los pacientes infectados con el coronavirus ha sido prohibido por motivos de privacidad, según la BBC.
La tecnología, que utiliza datos de localización de móviles, datos de compra de tarjetas de crédito y otra información digital, tiene por objeto alertar y ordenar la entrada en cuarentena de las personas que estuvieron a menos de dos metros de alguien infectado por el virus en las dos últimas semanas.
Gabi Ashkenazi, de la Alianza Azul y Blanca (Kahol Lavan), que preside la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa del Knesset, dijo en una declaración después de la reunión del órgano que los miembros del grupo habían planteado importantes reservas sobre la redacción del proyecto de ley que habría permitido que la práctica continuara.
Describiendo el uso de los datos como una "gran violación de la privacidad", la miembro del comité Ayelet Shaked escribió en Twitter: "La utilidad que ofrece esto (el rastreo de teléfonos celulares) es superada por el gran daño infligido a la privacidad", argumentando que la policía podría conformarse con visitas a los hogares donde las personas han estado en cuarentena.
La Asociación de Derechos Civiles de Israel acogió con beneplácito la congelación de la política "extrema", calificándola de "importante logro para asegurar la democracia y la privacidad, y prueba de la importancia de la supervisión parlamentaria del gobierno".
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La decisión de no adelantar el proyecto de ley significa que la policía tuvo que interrumpir la práctica a partir del miércoles por la noche.
Sin embargo, el otro programa de rastreo de Israel, que no se ve afectado por el cambio, involucra al servicio secreto israelí, Shin Bet, usando su tecnología para identificar a aquellos que puedan haber estado en contacto con alguien que haya tenido el coronavirus, informó la BBC.
Más de mil manifestantes descendieron el domingo a la Plaza Rabin de Tel Aviv para denunciar su pérdida de privacidad después de que se concediera al Shin Bet el poder de rastrear los teléfonos de los civiles.
La manifestación formaba parte de la campaña "Bandera Negra", que comenzó en marzo para protestar por las "medidas antidemocráticas" puestas en marcha por el gobierno en respuesta al coronavirus.
Israel ha notificado casi 14.600 casos de coronavirus y 191 muertes.