Los servicios de inteligencia israelíes amenazaron al predicador de la mezquita de Al-Aqsa, el jeque Ekrima Sabri, después de allanar su casa en la Jerusalén Oriental ocupada.
La amenaza se produjo después de que el Sheij Sabri dijo que reabriría las puertas de la Mezquita Al-Aqsa si las fuerzas de ocupación permitían a los colonos asaltar el lugar musulmán.
El clérigo Sabri le dijo a la Agencia Anadolu: "Las fuerzas de inteligencia israelíes vinieron a mi casa y me amenazaron diciendo que me harían responsable de cualquier tensión en la mezquita de Al-Aqsa".
Continuó: "Les dije que suspender la recepción de los fieles en la mezquita de Al-Aqsa no significa en modo alguno que los colonos puedan entrar en ella. Por lo tanto, si la policía de ocupación decide abrir la Puerta de los Magrebíes unilateralmente a los colonos, entonces abriremos el resto de las puertas de la mezquita a los adoradores".
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El Sheikh Sabri subrayó que "no se debe permitir que Israel se aproveche de la pandemia del coronavirus y trate de imponer nuevas restricciones a la mezquita de Al-Aqsa".
El Departamento de Donaciones Islámicas, en Jerusalén, anunció el mes pasado que había suspendido la recepción de adoradores a las oraciones en la Mezquita Al-Aqsa como medida preventiva para frenar la propagación del coronavirus.
Hace dos días, los colonos pidieron a las autoridades israelíes que les permitieran asaltar la Mezquita de Al-Aqsa unilateralmente.