El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el jueves que ha visto pruebas de que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio de Wuhan, China, informa Anadolu.
Cuando se le preguntó si había visto algo que le diera un "alto grado de confianza" de que el Instituto de Virología de Wuhan era el lugar donde se había originado el virus, Trump respondió: "Sí, lo he visto".
Sus comentarios llegaron horas después de que la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (DNI) dijera que la comunidad de inteligencia de EE.UU. no cree que el coronavirus sea "hecho por el hombre o modificado genéticamente".
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump atacó a la Organización Mundial de la Salud, alegando que está sirviendo a los intereses de China mientras el coronavirus continúa propagándose por el mundo.
"La Organización Mundial de la Salud debería avergonzarse de sí misma porque es como una agencia de relaciones públicas para China", dijo Trump a los periodistas.
Dijo que Estados Unidos paga a la OMS casi 500 millones de dólares al año mientras que China sólo paga 38 millones y afirmó que la organización no ha logrado salvar vidas.
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"No deberían poner excusas cuando la gente comete errores horribles que están causando la muerte de cientos de miles de personas en todo el mundo", dijo Trump.
Trump acusa al organismo internacional de gestionar mal y encubrir la propagación del coronavirus y de recortar la financiación de la OMS a mediados de abril.
Dijo que la OMS está "centrada en China", manteniendo que había sido la fuente de información deficiente para los gobiernos de todo el mundo, en particular su oposición a que los países cerraran sus fronteras con China después de que el virus apareciera allí en diciembre.
El coronavirus continúa propagándose en los Estados Unidos, cobrándose más de 62.000 vidas. Más de un millón de personas están infectadas, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Después de originarse en Wuhan, China, en diciembre pasado, el COVID-19 se ha propagado a por lo menos 187 países y regiones. Europa y los Estados Unidos son actualmente los más afectados.
La pandemia ha matado a más de 232.800 personas en todo el mundo, con más de 3,27 millones de infecciones, mientras que las recuperaciones superan ya el millón.