Las fuertes lluvias e inundaciones en Yemen desde mediados de abril están afectando a 150.000 personas, dijo la ONU el viernes, informa la Agencia Anadolu.
Casas, refugios, carreteras y puentes fueron dañados, los suministros de agua contaminados y los servicios básicos como la electricidad cortada debido al desastre, dijo Jens Larke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en una conferencia de prensa.
También señaló que la capital, Sanaa, es la ciudad más afectada por el desastre y que ha habido un corte de electricidad desde el 21 de abril en Adén.
Subrayó que las fuentes de agua contaminadas aumentan el riesgo de epidemia de paludismo y cólera, dijo Larke: "Más de 110.000 casos sospechosos de cólera han sido detectados en Yemen desde enero de este año".
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Adén, la capital provisional del sur del país, fue declarada zona de desastre el 22 de abril debido a las pérdidas y daños causados por la inundación.
El Yemen ha quedado devastado por un conflicto que se intensificó en marzo de 2015 después de que los rebeldes houthis respaldados por el Irán se apoderaron de la capital, Sanaa, y obligaron al Presidente Abdrabbuh Mansour Hadi a huir del país.
Más de cinco años de conflicto han dejado miles de civiles muertos y 3,65 millones de desplazados internos, según la ONU.
Casi la mitad de los más de 30 millones de habitantes del Yemen necesitan asistencia inmediata para mantener o salvar sus vidas.
El Programa Mundial de Alimentos afirma que, a pesar de la asistencia humanitaria en curso, al menos 15,9 millones de personas se despiertan con hambre cada día.
Se estima que, en ausencia de asistencia alimentaria, esta cifra ascendería a 20 millones.