El periodismo se ha convertido en un delito en Egipto y las autoridades están apuntando a los partidarios y opositores para reforzar su control, advirtió ayer Amnistía Internacional, acusando al régimen de falta de transparencia y ocultando información sobre la propagación del coronavirus en el país.
La organización declaró en un informe, coincidiendo con el Día Mundial de la Libertad de Prensa, que en los últimos cuatro años el periodismo se ha convertido en un "delito", en un momento en que las autoridades están reforzando su control sobre los medios de comunicación y aplastando a la oposición.
Amnistía señaló que con el continuo aumento de las infecciones por coronavirus en Egipto, el gobierno está reforzando su control sobre la información, en lugar de promover la transparencia.
"Las autoridades egipcias han expresado muy claramente que todo aquel que cuestione la narrativa oficial será severamente castigado", ha dicho Philip Luther, director interino de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
Según Associated Press, Amnistía ha documentado 37 detenciones de periodistas en el marco de una intensificación de la represión por parte del gobierno de la libertad de prensa, y muchos han sido acusados de "compartir noticias falsas" o de "hacer un uso indebido de los medios de comunicación social".
La agencia de noticias subrayó que tras el golpe militar que llevó al poder al presidente Abdel Fattah Al-Sisi en 2013, la mayoría de los programas de televisión y periódicos egipcios adoptaron la posición del gobierno y evitaron las críticas por temor a ser detenidos y/o desaparecidos.
Además, las empresas afiliadas a los servicios de inteligencia del país han tomado el control de varios medios de comunicación privados.
El informe de la organización confirmó que los periodistas progubernamentales también han sido blanco de ataques. Doce periodistas que trabajaban en medios de comunicación estatales fueron detenidos por expresar diferentes opiniones personales sobre los medios de comunicación social.
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