Los médicos del Hospital General de Mounira han renunciado en masa para protestar por la muerte de su colega a causa del coronavirus.
Los doctores dijeron que Walid Yahya, de 32 años, no se le hizo una prueba ni se le permitió acceder a una cama en la UCI a pesar de mostrar síntomas del virus.
La muerte de Walid ha puesto de relieve la crisis que se está produciendo en Egipto desde la propagación del COVID-19, en la que los médicos han criticado repetidamente al gobierno por no protegerlos, incluyendo la provisión de un PPE adecuado.
En una carta publicada en Facebook los médicos de Mounira dijeron que el Ministerio de Salud no había realizado pruebas de PCR en el personal.
Esto, la falta de un protocolo claro y la falta de experiencia de los médicos ha llevado a la propagación del virus entre el personal médico y un número de hospitales y departamentos dentro de los hospitales han cerrado en todo el país.
El sindicato médico de Egipto pidió que se aumentara el número de hospitales de aislamiento para los trabajadores de la salud después de que todo el personal médico del Hospital Universitario Al-Azhar diera positivo en la prueba de covidio a principios de este mes.
La OMS ha pedido a Egipto que lleve a cabo pruebas más amplias y metódicas. En abril, la Organización Mundial de la Salud dijo que el 13% de todos los casos confirmados en Egipto eran médicos.
Los médicos que exigen pruebas y un PPE adecuado han sido amenazados con el despido y la detención a pesar de que existe un claro problema: la muerte de Waleed eleva a 19 el número total de médicos que han muerto por coronavirus.
Los usuarios de los medios sociales hicieron comparaciones con la muerte de Waleed y el tratamiento del Ministro de Salud de la actriz Ragaa al-Geddawy, a quien se le asignó una sala VIP de la UCI a pesar de que su caso era leve.
Hala Zayed hizo un seguimiento personal de Ragaa y se le hizo una prueba de PCR.
La semana pasada Egipto vio un aumento en el número de infecciones con casos que aumentaron en un 35% en un día.
A pesar de que su crisis parece estar empeorando, Egipto está impulsando un plan para coexistir con el virus, en virtud del cual los egipcios volverían a trabajar a mediados de junio, junto con la apertura de clubes deportivos y actividades religiosas.
Las autoridades han sido criticadas por no implementar un cierre completo.