La decisión del presidente egipcio de indultar a un ex policía que fue condenado por el asesinato de una cantante libanesa ha desatado la indignación en el país norteafricano.
Mohsen Al-Sukkari fue condenado en 2008 por el asesinato de Suzanne Tamim en los Emiratos por orden de su amante, el magnate de los negocios Hisham Talaat Mostafa, quien ordenó que la siguiera desde El Cairo a Londres y luego a Dubai, donde se abrió paso con engaños hasta su apartamento y la mató a puñaladas.
Se informa de que Hisham y Suzanne tuvieron una aventura y que él pagó para que la mataran cuando ella rechazó su propuesta de matrimonio.
Cuatro años después, un tribunal de apelación confirmó una sentencia de cadena perpetua contra Mohsen y una sentencia de 15 años contra Hisham, quien supuestamente pagó 2 millones de dólares para que Mohsen matara a la cantante pop.
Hisham era cercano al hijo del ex presidente Mubarak, Gamal, y era un alto miembro del entonces gobernante Partido Democrático Nacional.
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En ese momento, el caso fue seguido ampliamente en todo el mundo árabe.
El sábado, el general Abdel Fattah Al-Sisi anunció que perdonaba a 3.157 prisioneros por el Eid. Al-Sukkari estaba en esa lista.
Hisham ya había recibido un indulto presidencial en Eid 2017 por motivos de salud.
La decisión de este fin de semana desató una ola de ira ya que no había ningún prisionero político en la lista de detenidos que debían ser indultados.
Hay unos 60.000 presos políticos en Egipto, de los cuales unos 20.000 están en prisión preventiva.
La mayoría de los incluidos en la lista han sido condenados por asesinato, intento de asesinato, drogas, trata de personas, prostitución, corrupción y fraude.
Las organizaciones de derechos humanos y los gobiernos de todo el mundo han pedido a Egipto que libere a los presos para aliviar el hacinamiento en medio de la pandemia del coronavirus.