El Vicepresidente del Parlamento de Sudán, Mohamed Hamdan Dagalo -conocido como Hemeti- confirmó el domingo que no hay ninguna disputa con Qatar.
Dijo: "No tenemos problemas con Qatar ni con ningún otro país", dijo Hemeti a Sudania24. "Estamos construyendo nuestras relaciones de acuerdo con nuestros intereses nacionales".
Sin embargo, señaló que partes que no nombró "trataron de generar controversias con Qatar" cuando el Consejo Militar de Transición (CTM) asumió el poder tras el derrocamiento del ex presidente Omar Al-Bashir el 11 de abril del año pasado. Los medios de comunicación locales de entonces informaron de que el TMC se negó a recibir a una delegación de Qatar encabezada por el Ministro de Relaciones Exteriores, Mohammed Bin Abdulrahman Al-Thani, cuando llegó a Jartum.
La dirección del ejército derrocó a Al-Bashir, que había gobernado el Sudán desde 1989, bajo la presión de las protestas populares que comenzaron a finales de 2018 contra el deterioro de las condiciones económicas y sanitarias imperantes en el país. El 21 de agosto del año pasado se inició un período de transición de 39 meses como parte de los esfuerzos por mejorar la situación económica y política del país.
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Cuando se le preguntó acerca de las relaciones con Libia, Hemeti señaló que el mariscal de campo Khalifa Haftar rechazó su iniciativa de reconciliarse con el internacionalmente reconocido Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA). El oficial sudanés insistió en que las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) del ejército, que él dirige, no están en Libia. "No tenemos ningún vínculo con ninguna de las partes allí. Nuestras fuerzas no pueden ser mercenarias".
Las relaciones entre el Sudán y Libia son amplias y profundas, afirmó. "Es por eso que dirigí una iniciativa de reconciliación entre la GNA y las fuerzas de Khalifa Haftar. El gobierno libio aceptó la iniciativa de paz, pero Haftar, con quien me puse en contacto a través de mediadores, la rechazó". No dio más detalles.
Con el apoyo de algunos países árabes y europeos, la milicia de Haftar ha estado llevando a cabo un vacilante asalto desde abril de 2019 para tomar el control de Trípoli, la sede del GNA. La campaña ha causado muertos y heridos entre la población civil, así como grandes daños materiales.
En otro contexto, Hemeti reveló que, aunque las autoridades de la Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos habían prometido bombear 3.000 millones de dólares al Sudán para apoyar la fase de transición, hasta la fecha sólo se había recibido el "depósito" de 500 millones de dólares. Algunos "adversarios políticos" -a los que no nombró- han "impedido" que el Sudán reciba el saldo, añadió. No hubo comentarios inmediatos de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos sobre esta reclamación.