El Ministro de Relaciones Exteriores de Argelia, Sabri Boukadoum, dijo ayer que los esfuerzos de su país para mediar en una solución política a la crisis de Libia continuarán a pesar de los peligrosos acontecimientos sobre el terreno.
Hablando ante el Comité de Asuntos Exteriores del país, dijo: "Argelia sigue esforzándose por reducir la tensión y convencer a las distintas partes interesadas de la importancia de continuar por la vía de una solución política pacífica".
"Nuestro país seguirá haciendo contactos y esfuerzos, en paralelo con la mejora de la situación sanitaria internacional, para animar a los libios a volver a la mesa de negociaciones", añadió.
Argelia ha estado dirigiendo los esfuerzos diplomáticos entre las partes en el conflicto libio y ha propuesto acoger sesiones de diálogo en julio para poner en marcha un proceso político que resuelva la crisis.
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Hace unos días, el presidente argelino Abdelmajid Tebboune dijo en un comunicado de prensa: "Estábamos muy cerca de alcanzar una solución en Libia y de lanzar un proceso político para resolver la disputa. Sin embargo, nuestros esfuerzos fracasaron".
Tebboune explicó en su momento que "algunas partes intentaron distorsionar los esfuerzos argelinos".
Desde el derrocamiento del antiguo gobernante Muammar Gaddafi en 2011, han surgido dos escaños de poder en Libia: El general de brigada Khalifa Haftar, en el este de Libia, que dirige el Ejército Nacional Libio (LNA) y cuenta con el apoyo de Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, y el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) en Trípoli, que goza de reconocimiento internacional y de las Naciones Unidas.