En los barrios residenciales de la capital libia, Trípoli, estallaron combates entre las fuerzas gubernamentales y las milicias leales al general de brigada Khalifa Haftar, a pesar de los esfuerzos de mediación internacional en curso para detener los combates y llegar a una tregua.
Francia subrayó la necesidad de detener los combates en Libia y reanudar las negociaciones bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, y el Presidente del Consejo Presidencial, Fayez Al-Sarraj, examinaron la situación en Libia.
Según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, los dos funcionarios subrayaron la necesidad de trabajar en un rápido cese de las hostilidades.
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Le Drian pidió la reanudación inmediata de las negociaciones, con la imposición de un alto el fuego basado en el acuerdo del 23 de febrero bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
Esto se produjo después de un llamamiento hecho por el Primer Ministro italiano Giuseppe Conte, quien subrayó a Al-Sarraj la importancia de acelerar el nombramiento de un nuevo enviado de las Naciones Unidas, al tiempo que expresó la preocupación de su país por los continuos envíos de armas a Libia por parte de partes externas.
Cinco civiles resultaron muertos y varios otros heridos en los bombardeos indiscriminados de las fuerzas de Haftar sobre zonas residenciales del centro de Trípoli.
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