El Consejo Supremo de Tribus y Ciudades Libias anunció el miércoles su "categórico rechazo" a los recientes comentarios del egipcio Abdel Fattah Al-Sisi, considerándolo como una "declaración de guerra a Libia", ha informado Anadolu.
Tras una gira de inspección de unidades del ejército egipcio cerca de la frontera con Libia el sábado, el presidente Al-Sisi insinuó la posibilidad de lanzar una operación militar en el vecino país de Egipto. Sus comentarios despertaron la ira generalizada entre los libios, así como la crítica internacional.
"Hemos hecho un seguimiento de las conspiraciones internas y externas contra Libia", explicó el Consejo, "así como de las ambiciosas ambiciones y la flagrante interferencia de los países que han alimentado el conflicto y profundizado la controversia, y asumido una falsa tutela sobre el pueblo y la tierra libios para servir a sus propios intereses sin tener en cuenta las leyes y los tratados internacionales".
Los libios acusan a los países europeos y árabes, incluido Egipto, de apoyar a la milicia del mariscal de campo rebelde Khalifa Haftar, que impugna la legitimidad del internacionalmente reconocido Gobierno del Acuerdo Nacional en el país rico en petróleo. El Cairo suele negar la acusación.
"Tal vez", añadió el Consejo, "las declaraciones del Presidente egipcio, líder del golpe, que amenazó clara y crudamente con intervenir militarmente en Libia con el pretexto de proteger la seguridad nacional egipcia, son la prueba más clara de ello".
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Tras una serie de derrotas militares del Ejército Nacional Libio de Haftar, Al-Sisi insistió el sábado pasado en que "las provincias de Sirte y Jufra son una línea roja para Egipto y el LNA". Cualquier interferencia directa de Egipto [en Libia] ha adquirido ahora legitimidad internacional, ya sea con el derecho a la autodefensa o a petición de la única autoridad elegida legítimamente en Libia, que es la Cámara de Representantes [en Tobruk, controlada por Haftar]".
El Consejo Supremo de Tribus y Ciudades Libias advirtió que Libia será un "cementerio" para los delirios y ambiciones del líder egipcio. Pidió al ejército egipcio que no fuera "un instrumento para violar la soberanía libia" y advirtió que "cualquier acto hostil o agresión dañaría las estrechas relaciones entre los dos pueblos hermanos".
Además, el Consejo también pidió a la comunidad internacional que actuara. "La ONU y el Consejo de Seguridad deben asumir sus responsabilidades y deberes ante las amenazas y agresiones contra el Estado libio por parte del eje del mal y los países que apoyan el golpe que son incompatibles con las leyes internacionales".
Concluyó denunciando las declaraciones de Aguila Saleh, el Presidente del Parlamento de Tobruk, en apoyo de la posición de Al-Sisi respecto a Libia.