El ministerio de Defensa del Gobierno Libio de Acuerdo Nacional (GNA) dijo que continuará sus gestiones para recuperar la ciudad oriental de Sirte de las fuerzas del renegado General Khalifa Haftar, a pesar de la advertencia del Presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sisi de que la ciudad representa una "línea roja" para su país.
"Ninguna línea roja puede obstaculizar el avance de nuestras fuerzas hacia Sirte", dijo Salah Al-Din Al-Namroush, Subsecretario del Ministerio de Defensa, en una entrevista publicada ayer por la Agencia Anadolu.
Al-Namroush subrayó que el objetivo del GNA es derrotar al Ejército Nacional Libio de Haftar y tomar el control de toda la ciudad situada a 450 kilómetros al este de la capital, Trípoli.
Continuó: "Las fuerzas del GNA están a las puertas de Sirte, y el proceso de liberación no se ha retrasado. Nuestras fuerzas están haciendo algunos preparativos en las afueras de la ciudad".
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"Somos un gobierno que busca reconciliarse y llegar a una solución política, para evitar el derramamiento de sangre. Sin embargo, el agresor no cumplió con todos los acuerdos previos, y todos los intentos de establecer el cese al fuego han fracasado, pero todavía insistimos en seguir el camino político y militar".
Al preguntarle sobre la "declaración de El Cairo" presentada por Al-Sisi después de que su aliado Haftar sufriera grandes pérdidas en Trípoli, el funcionario del GNA dijo: "No tenemos ningún comentario al respecto. Estamos abiertos a sugerencias y tenemos buenas relaciones con todos los países que no han interferido en nuestros asuntos internos y no han violado la soberanía de Libia".
Acusó a los Emiratos Árabes Unidos de interferir en los asuntos de Libia y proporcionar apoyo militar a las fuerzas de Haftar, mientras que condenó el uso de mercenarios de Rusia para apoyar al LNA.