A medida que Israel se acerca a la anexión de grandes partes de la Ribera Occidental ocupada, la solidaridad en el Sur global ha ido cobrando impulso. El 2 de julio la Torre de Telefonía de Chile fue iluminada con el kufiyeh palestino en apoyo del pueblo palestino y el rechazo del plan de anexión. Chile, el país con la mayor población de palestinos en América Latina, dirigió su gesto de apoyo al pueblo palestino en los territorios ocupados.
Chile no actuó solo en sus esfuerzos de solidaridad; los representantes de la mayoría de los países de América Latina firmaron una declaración conjunta contra el plan de anexión de Israel. El documento fue dado a conocer el 2 de julio por más de 320 figuras públicas. Entre ellas, ex presidentes, parlamentarios, ministros, académicos y artistas. Pidieron a la comunidad internacional que impusiera medidas eficaces contra Israel, entre ellas sanciones selectivas, el cese de los vínculos comerciales y la adopción de medidas legales.
Algunos de los firmantes son el ganador del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel (Argentina), los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff (Brasil), Pepe Mujica (Uruguay), Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador) y Ernesto Samper (Colombia) y Evo Morales (Bolivia). Entre ellos también se encontraba el ex ministro de Relaciones Exteriores del Brasil, Celso Amorim. Amorim habló el 4 de julio en el Global South Virtual Rally, organizado por el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). Dijo: "Es un honor para mí firmar esta carta abierta. Apoyo plenamente las medidas de los países individuales; otros requieren la acción de la ONU. Como ocurrió con el apartheid [de Sudáfrica], la Asamblea General tiene todo el derecho de tomar las decisiones correspondientes recomendadas en ella para evitar la anexión".
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