El primer ministro etíope Abiy Ahmed dijo que su país comenzará a llenar la gran presa del Renacimiento etíope, aprovechando la próxima temporada de lluvias, según informaron ayer las agencias de noticias.
Llenar el embalse de la presa, dijo Abiy, no perjudicará a Egipto.
Mohamed Al-Sebaei, portavoz del Ministerio de Recursos Hídricos e Irrigación de Egipto, dijo que no hay información verificada de que se haya planeado comenzar a llenar el embalse sin el acuerdo de Egipto y Sudán.
Según Al-Masry Al-Youm, Sebaei dijo que las negociaciones entre Egipto, el Sudán y Etiopía estaban en curso, y expresó la esperanza de que pronto se obtuvieran resultados positivos.
Sin embargo, el líder del movimiento Fuerzas de Libertad y Cambio del Sudán afirmó que todas las pruebas apuntan a que Etiopía ha comenzado a llenar el embalse en secreto.
Señaló la escasez de agua en su país durante el mes de julio, según informó el periódico sudanés Alrakoba, señalando que la escasez de agua ha exacerbado la crisis de electricidad del país.
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Etiopía comenzó a construir la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) en 2011 en el Nilo Azul, un afluente del río Nilo, cerca de la frontera con el Sudán.
Se espera que la construcción del proyecto, de 147 metros de altura y 1,8 kilómetros de longitud, esté terminada para 2023.
Con una capacidad de embalse de 74.000 millones de metros cúbicos, la presa hidroeléctrica producirá 6.475 megavatios para uso doméstico e industrial de Etiopía, así como para la exportación a los países vecinos.
La presa es la pieza central del proyecto de Etiopía para convertirse en el mayor exportador de energía de África, pero ha suscitado la preocupación en El Cairo de que se restrinjan aún más los ya escasos suministros de agua del Nilo de los que Egipto depende casi totalmente su población de más de 100 millones de personas.