El Partido del Estado de Derecho y Desarrollo de Sudán reveló el miércoles que las fuerzas de inteligencia militar arrestaron al líder del partido, Mohamed Ali Al-Jazouli.
El partido añadió en una declaración: "Al-Jazouli fue arrestado por la inteligencia militar, como parte de una campaña de seguridad lanzada por las autoridades para silenciar a los opositores, bloquear las diferentes opiniones y las voces justas".
La declaración continuó: "El Estado de Derecho y el Partido del Desarrollo ha actuado bien al revelar las conspiraciones que se están tramando contra el país, incluidas las amenazas a la seguridad interna destinadas a hacer tambalear la estabilidad del país, así como las intervenciones regionales e internacionales".
"El partido ha continuado sus actividades contra las recientes distorsiones legales, y ha organizado manifestaciones frente al Ministerio de Justicia por tercer día consecutivo, en rechazo de estas enmiendas que contradicen la legislación islámica", según la declaración.
La declaración indicaba que el partido: "Prometió que el próximo viernes será un viernes de ira en las mezquitas en rechazo a las enmiendas hechas por el Ministerio de Justicia".
A las 11:15 GMT, no había ningún comentario oficial de las autoridades ni del ejército en Sudán sobre la declaración del partido.
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A principios de julio, el ejército sudanés negó la información proporcionada por Al-Jazouli sobre la existencia de lo que describió como "un proyecto racista para dividir el país", diseñado por "partidos seculares extremistas, fuerzas políticas y movimientos armados con apoyo regional" para invadir la ciudad de Jartum, golpear a los dirigentes de las fuerzas armadas y hacer detenciones en las filas del ejército.
Ese mismo mes, el Partido Estado de Derecho y Desarrollo criticó duramente las enmiendas legales aprobadas por el Ministerio de Justicia, entre ellas la de permitir que los no musulmanes beban alcohol, derogar la ley de apostasía, abolir el uso de la flagelación pública como castigo y prohibir la mutilación genital femenina.
El partido consideró que esas enmiendas constituyen una "guerra contra la moral" y se enmarcan en los esfuerzos por "obliterar la identidad islámica del país".
El 11 de abril de 2019, la dirección del ejército destituyó a Omar Al-Bashir, bajo el peso de las protestas populares que comenzaron a finales de 2018, denunciando el deterioro de la situación económica.
El 21 de agosto de 2019 comenzó en el Sudán un período de transición de 39 meses que culminó con la celebración de elecciones, durante el cual el poder se comparte entre el ejército y las Fuerzas de Libertad y Cambio (FFC), líderes de las protestas populares, junto con un gobierno de transición.