El Parlamento egipcio acordó el lunes autorizar al presidente Abdel Fattah Al-Sisi a enviar al ejército en misiones de combate al extranjero para "defender la seguridad nacional egipcia". La medida se produjo cuando se acerca la fecha de la operación militar que se espera que sea lanzada por el internacionalmente reconocido Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) para liberar las ciudades de Sirte y Al-Jafra de las fuerzas leales al renegado mariscal de campo Khalifa Haftar y sus mercenarios.
Los analistas creen que esto refuerza la posibilidad de un enfrentamiento entre Turquía y Egipto en Libia, lo que hace especular sobre posibles escenarios en el caso de que el ejército egipcio se cruce con su vecino del norte de África. ¿Cómo responderá Ankara a la intervención de Egipto contra la presencia militar de Turquía en Libia y su aliado GNA en Trípoli?
Si el ejército egipcio entra en territorio libio para apoyar a las fuerzas de Haftar, la crisis no sería entre Egipto y Turquía, sino entre Egipto y Libia. En otras palabras, el enfrentamiento no será árabe-turco, sino árabe-árabe. Será entre las fuerzas que apoyan a los revolucionarios y mercenarios acusados de crímenes de guerra y graves violaciones contra civiles, y las fuerzas legítimas de un gobierno que representa al pueblo libio y está reconocido por la ONU. Los soldados egipcios no se enfrentarán a los soldados turcos, sino a los libios, herederos del legendario luchador por la libertad Omar Al-Mukhtar.
LEER: Los egipcios rechazan la decisión de Sisi de enviar tropas a Libia
Turquía no quiere una confrontación directa con Egipto, ni con ningún otro país islámico, independientemente de las diferencias que puedan tener. Cree que este tipo de confrontación agota a las dos partes implicadas y sirve a los intereses de otras potencias. Además, el ejército egipcio es, después de todo, el ejército del pueblo egipcio, aunque hoy en día se ha convertido en un instrumento de los golpistas que no representan la voluntad del pueblo. Sin embargo, mañana el ejército puede pertenecer a un gobierno elegido democráticamente para servir a los intereses de Egipto y de la nación islámica. No obstante, Turquía no dudará en responder a cualquier ataque contra sus fuerzas en Libia.
Hay constantes adoptadas por Ankara que no pueden abandonarse, como la necesidad de preservar la integridad territorial de Libia y de desafiar los esfuerzos de partición del país. Sin duda alguna, apoyará militar y técnicamente al GNA proporcionándole armas, equipo, capacitación y orientación especializada en el marco de acuerdos bilaterales e intereses comunes. Sus diplomáticos también están disponibles para apoyar al gobierno de Trípoli.
Independientemente de lo que Sisi y sus ayudantes afirmen, cualquier intervención egipcia en Libia será ilegítima y contraria a la voluntad y los intereses del pueblo libio. Esta es una de las razones de la confusión en El Cairo, que dijo que estaba dispuesto a armar y entrenar a las tribus libias, y luego se retractó de esta amenaza después de las críticas de la comunidad internacional y de los vecinos de Libia. La posible "somalización" del país en una sangrienta guerra civil no sólo amenazará a esos Estados vecinos, incluido Egipto, sino que también supondrá una gran amenaza para la seguridad de Europa.
Nadie en Turquía espera que se vea arrastrado a una incierta aventura militar, porque está dirigido por un presidente civil elegido democráticamente que tiene una larga experiencia en el gobierno, a diferencia de Egipto, que está gobernado por un general golpista que carece del más bajo nivel de conocimientos y experiencia política, diplomática y económica, y está rodeado de un grupo de tontos, aduladores y príncipes imprudentes. Sisi está llevando a su país de fracaso en fracaso. Además, el Presidente Recep Tayyip Erdogan lee cuidadosamente los equilibrios internacionales y regionales y los utiliza con éxito en favor de Turquía. Sin duda, no le costará nada cambiar la situación de Sisi si el ejército egipcio entra en Libia.
LEER: Egipto busca apoyo regional contra Turquía en Libia
Sin embargo, es posible que Sisi se atreva a dar el paso con la esperanza de hacer frente al apoyo de Turquía al GNA, pero podría verse sorprendido por el asedio de su régimen por parte de países europeos, árabes e incluso africanos. Es probable que El Cairo esté vigilando la diplomacia turca, como la reunión tripartita celebrada hace unos días en la que participaron el Ministro de Defensa Hulusi Akar con el Ministro de Defensa de Qatar, Khalid Al-Attiyah, y el ministro del Interior de Libia, Fathi Bashagha; y la reunión de este último en Ankara con Akar y el ministro del Interior de Malta, Byron Camilleri. Además, Mulatu Teshome Wirtu, el enviado especial del Primer Ministro etíope Abiy Ahmed, ha visitado Ankara y el Ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, ha realizado una gira por África.
Es probable que una simple comparación entre el número de buques, aviones y tanques que tienen Egipto y Turquía para predecir el probable resultado de un enfrentamiento sea engañosa. Los ejércitos dependen de las maniobras políticas y diplomáticas para dirigirlos de manera adecuada y eficaz. Cuando se tienen en cuenta todos estos factores, el equilibrio está claramente a favor de Turquía.
Este artículo apareció por primera vez en árabe en Arabi21 el 22 de julio de 2020
Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.