El presidente de Egipto, Abdel Fattah Al-Sisi, pidió a los egipcios que se unieran a los esfuerzos del gobierno para hacer frente a las amenazas a la seguridad nacional que el país "nunca ha presenciado [antes] a lo largo de su historia moderna".
En un discurso de conmemoración del golpe de Estado del 23 de julio de 1952, en el que las fuerzas del ejército derrocaron a la monarquía y consolidaron los privilegios militares sobre los civiles que siguen vigentes hasta hoy, Al-Sisi dijo que el Gobierno está aplicando "una visión estratégica global" y un plan de desarrollo para "construir una nación fuerte".
Al-Sisi, que también fue jefe militar antes de encabezar un golpe de Estado en 2013, derrocando al primer presidente civil del país elegido democráticamente, dijo que las amenazas a las que se enfrenta el país son "extremadamente graves y delicadas", lo que significa que los egipcios deben estar unidos y confiar en que pueden "preservar la seguridad de Egipto" y garantizar su vida continua en la estabilidad y la paz.
"Dios está destinado a que esta generación se enfrente a amenazas que Egipto nunca presenció a lo largo de su historia moderna", dijo, y añadió que confiaba en la "capacidad del país para asegurar el presente y el futuro de Egipto, para que sea tan grande y glorioso como su pasado".
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