El ministro de Seguridad Pública de Israel, Amir Ohana, advirtió el domingo que los violentos enfrentamientos en las manifestaciones que se están extendiendo por todo el país probablemente terminen en un derramamiento de sangre, según han informado los medios de comunicación locales.
"Hay un sentimiento y una alta probabilidad de que termine en un derramamiento de sangre", dijo Ohana a la emisora pública Kan. "Estoy realmente preocupada por el odio en el ambiente".
Sus comentarios se produjeron justo un día después de que miles de israelíes participaran en manifestaciones para pedir la dimisión del primer ministro Benjamin Netanyahu por su mal manejo de la crisis del coronavirus, así como por sus casos de corrupción.
Según el ministro de seguridad, las manifestaciones forman parte de una tendencia de "incitación" contra Netanyahu. Advirtió que podría terminar de una manera peor que el asesinato del ex primer ministro Yitzhak Rabin en 1995.
Los israelíes pro-Netanyahu han atacado a los manifestantes en varias ocasiones, apuntándoles con spray de pimienta en la cara. En una protesta del sábado en el sur del país, un hombre de unos 20 años apuñaló a un manifestante en el cuello. Varias personas han sido arrestadas, según la policía.
Otros funcionarios israelíes, informó Anadolu, también han condenado el duro tratamiento de los manifestantes, entre ellos el socio de Netanyahu en el gobierno, el ministro de Defensa Benny Gantz.
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