La misión de las Naciones Unidas en Libia dijo el lunes que una auditoría internacional de las dos sucursales paralelas del banco central del país estaban listas para comenzar, en lo que se llama un "paso crítico" en la creación de condiciones para su eventual reunificación.
Las Naciones Unidas ha finalizado un contrato con la firma internacional de contabilidad Deloitte para manejar la auditoría para que comience "tan pronto como sea posible", dijo en un comunicado enviado por correo electrónico.
Libia está dividida desde 2014 entre el internacionalmente reconocido Gobierno del Acuerdo Nacional de Trípoli y una administración rival en el este que ha establecido sus propias instituciones.
Los esfuerzos de pacificación en Libia han seguido vías políticas y económicas dirigidas a establecer la transparencia y a resolver las disputas sobre los recursos, los ingresos y la deuda del país.
Los ingresos procedentes de las exportaciones de petróleo de Libia han pasado por la CBL, con sede en Trípoli, que ha pagado los sueldos de muchos empleados estatales en el frente.
Sin embargo, las fuerzas con base en el este han impuesto un bloqueo a las exportaciones desde enero, lo que supone una pérdida de ingresos de más de 7.000 millones de dólares, según la National Oil Corp.
En el este, las autoridades han financiado el fallido asalto a Trípoli por parte de Khalifa Haftar utilizando bonos no oficiales, dinero en efectivo impreso en Rusia y depósitos de bancos del este, acumulando así deudas.
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