El rey emérito, Juan CarlosI de España, ha abandonado el país con destino desconocido pocas semanas después de que se le relacionara con una investigación por presunta corrupción. La noticia fue revelada en una carta publicada por la Casa Real el lunes.
Juan Carlos, de 82 años, anunció su intención de trasladarse en una carta a su hijo, el Rey Felipe VI, a quien entregó el trono hace seis años. Le dijo al actual monarca que estaría disponible si los fiscales necesitaban entrevistarlo, según ha informado la BBC Europa. El fiscal del Tribunal Supremo de España abrió una investigación en junio en relación con un contrato de tren de alta velocidad en Arabia Saudita.
Juan Carlos era popular por su papel en la transición del país del fascismo a la democracia a finales de los 70, antes de que varios escándalos erosionaran la aprobación pública hace una década y le obligaran a pasar el trono a su hijo. La investigación sobre el ex rey se derivó de otra investigación sobre la segunda fase de un ferrocarril de alta velocidad que une las ciudades de La Meca y Madinah en Arabia Saudita, cuyo contrato se concedió a un grupo de empresas españolas en 2011.
A mediados de marzo, el Rey Felipe dijo que había renunciado a toda herencia de su padre y que había puesto fin a su asignación de palacio a raíz de las denuncias de cuentas secretas en el extranjero. La decisión de Felipe se produjo a raíz de los informes publicados en el diario suizo La Tribune de Geneve, en los que se afirmaba que cuando era rey, Juan Carlos recibió 100 millones de dólares de Arabia Saudita. La Casa Real se negó a hacer comentarios.
El periódico añadió que Juan Carlos dio más tarde 65 millones de dólares a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una mujer de negocios con la que tenía una relación que le llevó a su abdicación. Sus representantes se negaron a hacer comentarios en ese momento.
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