El rápido desarrollo de la normalización de las relaciones entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel ha constituido una ocasión verdaderamente histórica para pasar la página tras décadas de contactos clandestinos, para luego hacerlos públicos sin vergüenza ni consideración por ninguna eventual respuesta palestina y árabe.
Sorprende la prisa de Abu Dhabi en anunciar oficialmente la normalización de sus relaciones con Tel Aviv, sin una motivación urgente ni necesidad de dar este paso, sobre todo porque las relaciones israelíes con los palestinos están pasando por sus peores momentos, poniendo en duda los motivos y las justificaciones poco convincentes del movimiento emiratí.
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Israel han aumentado sus relaciones en los últimos meses, y la apertura de una embajada israelí en Abu Dhabi ya no es un sueño. Del mismo modo, una embajada de los Emiratos Árabes Unidos en Tel Aviv o incluso en Jerusalén ya no es un sueño descabellado, porque los Emiratos Árabes Unidos han cruzado muchas líneas rojas a través de la comunicación pública de sus dirigentes con Israel.
Antes de que se anunciara el reciente acuerdo sobre la normalización de sus relaciones oficiales, se produjo un nuevo cambio en el contacto de Abu Dhabi con Tel Aviv. El contacto no fue iniciado por Israel, sino por los Emiratos Árabes Unidos, cuando su ministro de Relaciones Exteriores Abdullah Bin Zayed, el hermano menor del príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos Mohammed Bin Zayed, publicó en su cuenta de Twitter, felicitando a los judíos por las fiestas de Hanukkah - un post que recibió 4.600 aplausos.
En ese momento, el tweet de Bin Zayed no sorprendió a nadie en Israel. De hecho, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu lo consideró el resultado de los incansables esfuerzos que está realizando en este momento, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores Israel Katz agradeció a su homólogo de los Emiratos y pidió que se desarrollaran las relaciones económicas entre Israel y los Estados árabes del Golfo.
No necesitamos mucha perspicacia para leer entre líneas en estas correspondencias personales entre los líderes de los dos países, Israel y los EAU, porque los indicios confirman que tienen como objetivo sacar a la luz estas relaciones. Puede que no sea una sorpresa para el gobierno israelí anunciar en un futuro próximo la apertura de una representación diplomática en Abu Dhabi, que se hizo en las últimas horas.
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El nivel de comunicación entre Abu Dhabi y Tel Aviv da este resultado esperado, ya que hay relaciones comerciales y diplomáticas, y visitas de delegaciones académicas y deportivas. Se decidió que la exposición internacional, Expo 2020, se celebraría en Dubai, de no ser por la aparición de la pandemia del coronavirus.
Los israelíes afirman que hay muchos denominadores comunes entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, ya que ambos mantienen estrechas relaciones con los Estados Unidos y Egipto, y estos cuatro países comparten una alianza contra Irán y las organizaciones yihadistas armadas, lo que hace que ambos se beneficien de esta relación.
Además, Israel también se beneficia de las relaciones de los EE.UU. y Egipto con los EAU, al obtener una tarjeta de entrada a un enorme mercado comercial, y una presencia manifiesta en la rica región del Golfo. En cuanto a los líderes de los Emiratos, tienen una alianza con una potencia regional -Israel- y, según la información disponible, las relaciones crecen y se calientan con el tiempo.
El anuncio hecho por Netanyahu hace semanas sobre la cooperación con los Emiratos Árabes Unidos para luchar contra la pandemia de COVID-19, reveló un largo proceso de intensos contactos bilaterales en los últimos meses, que culminó con el anuncio de Abu Dhabi y Tel Aviv de que este acuerdo científico y médico formaba parte de su cooperación constructiva.
Es cierto que oficialmente los Emiratos Árabes Unidos e Israel no tienen relaciones diplomáticas, pero sí cooperan en varias áreas. Desde hace algunos años, Israel tiene un representante oficial en la Agencia Internacional de Energías Renovables en Abu Dhabi. Seguramente, las dos empresas que cooperarán con las empresas emiratíes no serán las primeras en operar en los Emiratos Árabes Unidos, lo que confirma que los contratos de empresas privadas dan a los israelíes ventajas para esta relación con los EAU, de modo que reciben sus beneficios. Estos acuerdos sanitarios y económicos tienen una clara dimensión política.
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Desde el comienzo de las relaciones bilaterales, los israelíes se han dado cuenta de que aportarán conocimientos, datos y dinero. Sin embargo, hay un secreto detrás de esta historia, que rodea esta cooperación por un gran muro de secretismo, tal vez porque los servicios de seguridad de los dos países, Israel y los Emiratos Árabes Unidos, operan de forma encubierta. Israel siempre esperaba una rara declaración de Abu Dhabi que expresara las cálidas relaciones entre los dos gobiernos, porque los israelíes y los emiratíes han estado haciendo negocios conjuntos con el consentimiento de sus gobiernos desde la década de 1990.
El anuncio del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de que Abu Dhabi y Tel Aviv llegaron a este acuerdo histórico confirma que las relaciones clandestinas entre ellos se han mantenido durante años. Sin embargo, en los últimos meses se ha observado una mayor apertura de Abu Dhabi en cuanto a la relación con Tel Aviv, ya que ha demostrado su disposición a cooperar en una amplia gama de ámbitos bilaterales.
En cuanto a las posiciones palestinas, no esperaron mucho tiempo para emitir sus reacciones al acuerdo entre Israel y los EAU, considerándolo como una puñalada en la espalda de la cuestión palestina, y rechazaron cualquier justificación de los EAU para ello, porque Abu Dhabi está en un camino que contradice la labor de la Liga Árabe.
Los palestinos siempre han considerado que los Emiratos Árabes Unidos han tratado durante años de explotar su sufrimiento y su necesidad de ayuda financiera y de asistencia, para estipular que no deben emitir una posición condenando cualquier paso para mejorar la normalización con Israel.
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