Saad Hariri, el ex primer ministro libanés, dijo el martes que su familia ha aceptado el veredicto de un tribunal de la ONU sobre el asesinato de su padre, informa la Agencia Anadolu.
Hariri también exigió justicia y pidió un juicio justo para los culpables en una declaración en su cuenta de medios sociales.
Un tribunal respaldado por la ONU encontró el martes al principal acusado, Salim Jamil Ayyash, culpable del atentado con bomba de 2005 que mató al ex primer ministro libanés Rafik Hariri.
Ayyash era miembro del grupo Hezbolá apoyado por Irán y, según los fiscales, utilizó un teléfono móvil que fue crítico en el ataque.
Sin embargo, el tribunal dijo que no había pruebas de que "los dirigentes de Hezbollah" o el régimen sirio estuvieran implicados en el asesinato.
El tribunal absolvió a otros acusados - Hassan Marei, Hussein Oneissi y Assad Sabra - ya que las pruebas contra ellos se consideraron "insuficientes".
El tribunal respaldado por la ONU dictaminó que Mustafa Badreddine de Hezbollah no fue el autor intelectual del asesinato de Rafik Hariri como se alegó.
Los jueces dijeron que las pruebas de ADN mostraban que la explosión que mató a Rafik Hariri fue llevada a cabo por un terrorista suicida masculino que nunca fue identificado.
Inicialmente programado para el 7 de agosto, el veredicto se pospuso "por respeto a las innumerables víctimas" de la explosión de Beirut el 4 de agosto.
El 14 de febrero de 2005, Rafik Hariri fue asesinado en un coche bomba de gran tamaño que tenía como objetivo su convoy en Beirut.
Su asesinato desencadenó protestas en todo el país que obligaron a Siria -a la que algunos habían acusado de orquestar el asesinato- a retirar todas sus fuerzas del territorio libanés.
Más tarde ese mismo año, Saad Hariri sucedió a su padre en el poder después de ganar las elecciones.