En las últimas 48 horas, las autoridades españolas han descubierto los cuerpos sin vida de 20 personas que intentaban llegar a las Islas Canarias desde África en balsas, según informa la Agencia Anadolu.
Sólo en agosto, 127 inmigrantes han desaparecido o perdido la vida en la peligrosa ruta del Atlántico, mientras que 359 personas han llegado a salvo, según los medios de comunicación locales.
El jueves, las autoridades encontraron una pequeña embarcación con 15 cadáveres a la deriva en el mar. El viernes, la guardia costera local rescató una balsa con 16 personas a bordo, cinco de las cuales no sobrevivieron.
Entre otros viajes fatales este mes se encuentran los barcos que viajaban desde Marruecos y el Sahara que se hundieron, mientras que el hambre y la sed se cobraron la vida de 27 personas que viajaban desde Mauritania.
Otro barco que transportaba 63 personas desapareció hace unas tres semanas.
En 2019, al menos 54 personas perdieron la vida tratando de llegar a las islas españolas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
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"Este es un drama humanitario... la gente ahorra dinero para pagar un billete para una vida mejor, huyendo del hambre, la guerra, la desesperación e incluso de COVID, y terminan muriendo en el mar", dijo a los periodistas el viernes el presidente de de Canarias, Ángel Víctor Torres. "Tenemos que actuar de forma solidaria y responder con nuestros recursos".
Si bien la migración irregular a España ha disminuido en un 33% este año en comparación con 2019, los datos del Ministerio del Interior de España revelan que en las Islas Canarias se ha producido un aumento significativo de las llegadas.
Desde principios de año hasta el 16 de agosto, hasta 3.448 personas llegaron a las Islas Canarias de forma irregular en barco, en comparación con 556 durante el mismo período del año pasado, un aumento del 520%.
Las ONG advierten que la afluencia de inmigrantes está llevando el sistema de recepción de las islas al borde del colapso.
El esfuerzo de procesar y dar comida y refugio a estos migrantes se complica aún más por la pandemia de coronavirus, que pone límites a la cantidad de personas que pueden permanecer en un mismo lugar.
Varios grupos de migrantes que llegan a Canarias han dado positivo en la prueba de COVID-19.
Entre 1999 y julio de 2020, la OIM estima que al menos 2.000 personas murieron o desaparecieron en esta ruta.
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