Recientemente ha aumentado el caos de seguridad en la Ribera Occidental, el último de los cuales es el asesinato de algunos líderes de campo de Fatah por fuego interno, junto con la disminución del control de la seguridad de la Autoridad Palestina (AP), lo que puede reforzar la hipótesis del aumento de los incidentes de caos en materia de seguridad entre sus líderes y organismos.
En las últimas semanas, la Ribera Occidental ha sido testigo de una proliferación del caos a punta de pistola, que ha causado una serie de muertes, la última de las cuales es el asesinato de dos líderes locales de Fatah. Uno de ellos es el secretario del movimiento en el campamento de Balata, Imad Dweikat, y el segundo es Khalil Al-Sheikh, hermano del ministro de asuntos civiles, miembro del Comité Central del Movimiento.
La frecuencia de estos incidentes en Cisjordania aumentó los temores de que la AP se esté desintegrando, porque los incidentes recientes han demostrado la influencia de las familias, al igual que antes de la ocupación israelí en 1967 y después del establecimiento de la AP en 1994.
Se han producido frecuentes disparos contra personalidades palestinas en la Ribera Occidental, incluidos diputados del Consejo Legislativo, médicos y funcionarios de instituciones, además de la proliferación de armas para resolver disputas personales, el aumento de las peleas familiares y la aparición de miembros de los servicios de seguridad implicados en este caos, en medio de la total ausencia del ejército israelí en la búsqueda de armas.
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Las recientes tensiones en materia de seguridad en la Ribera Occidental podrían atribuirse a varios factores, los más importantes de los cuales son las malas condiciones económicas de la Ribera Occidental, la pobreza y el desempleo de los residentes de sus campamentos. Si la autoridad no trabaja rápidamente para controlar estos movimientos de campo, la Ribera Occidental se deslizará hacia un abismo, con figuras palestinas influyentes acusadas de causar sus problemas de seguridad, envenenar las relaciones internas debido a sus profundos desacuerdos y su deseo de imponer su influencia en sus ciudades y gobernaciones, en medio de las conversaciones sobre el día después de la ausencia del presidente Mahmoud Abbas de la escena política.
Los líderes de Fatah enviaron mensajes a Abbas, exigiéndole que interviniera para salvar a Cisjordania del caos en materia de seguridad, ya que su población está preocupada y teme los efectos de las claras disputas entre los funcionarios de la AP, lo que significa que las autoridades influyentes están asegurando la continuación del caos.
Todo esto confirma que la Ribera Occidental está experimentando un caos de seguridad que aumenta día a día, y no hay indicios para eliminarlo o aliviarlo. Sin embargo, puede aumentar si Abbas deja la escena política sin acuerdos con los líderes de Fatah. Esto abre el camino para las advertencias de la aparición de esferas de influencia de seguridad en la Ribera Occidental.Los informes de la policía palestina presentan nuevas pruebas sobre el caos masivo de seguridad que ha comenzado a inundar la Ribera Occidental, a través de cientos de combates que han provocado muchos asesinatos y cientos de heridos, lo que revela que el índice de asesinatos y hostilidades es mayor en comparación con los últimos años.
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Estas lamentables cifras ofrecen indicios cada vez más claros de la proliferación de armas "no prohibidas" entre la Autoridad Palestina e Israel, a las que se denomina "arma de resistencia". Las armas utilizadas en las peleas familiares y la venganza son armas de caos, desorden y crimen, y no tienen nada que ver con la resistencia.
Este caos de seguridad en la Ribera Occidental ha instado a las fuerzas nacionales e islámicas a que pidan la contención de estos desafortunados incidentes a fin de resolver los problemas conexos, y ha pedido que se resuelva la cuestión de las armas, se ponga fin al caos y se controle la situación interna sobre la base de la responsabilidad nacional, porque estos acontecimientos acumulados constituyen otro golpe que debilita los esfuerzos de la Autoridad Palestina que trata de imponer su autoridad en las zonas bajo su control.
Diversas evaluaciones palestinas indican que el problema en la Ribera Occidental es complejo y que el sistema judicial se ha vuelto ineficaz, dejando a la gente que se apodere de sus derechos por su cuenta, además de que las armas en las ciudades de la Ribera Occidental son incautadas por personas que no pertenecen a la resistencia.
Uno de los principales problemas de la Autoridad Palestina es hacer frente a estos sucesivos incidentes para hacer cumplir la ley sin justicia, de manera conspicua y selectiva, persiguiendo a quien quiera y dejando a quien quiera, sin sanciones disuasorias ni una autoridad que preserve el poder de la ley y garantice la seguridad del ciudadano.
La principal causa del caos de seguridad en Cisjordania es el despliegue de armas a todas las partes excepto a la resistencia, con la ayuda de Israel, que sabe muy bien que esas armas no se utilizarán contra sus intereses, sino que se emplearán en las controversias internas, mientras que Israel continúa su ocupación de las tierras palestinas y la AP pierde su control sobre el territorio.
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