Israel ha vendido programas de espionaje a los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Omán y Bahrein ayudándoles a vigilar las actividades de los disidentes, informó ayer Haaretz.
Según el documento, la empresa israelí NSO Group Technologies, cuyo software se utiliza para piratear teléfonos móviles, ha vendido en los últimos años sus programas espía Pegasus por cientos de millones de dólares a los Emiratos Árabes Unidos y otros Estados del Golfo.
Estos estados utilizan el software espía israelí para vigilar a los activistas contra el régimen, dijo Haaretz, con el estímulo y la aprobación del gobierno israelí.
Chaim Levinson escribió a Haaretz que la NSO "es una de las empresas israelíes más activas en el Golfo, y su software Pegasus 3 permite a las autoridades policiales hackear los teléfonos móviles, copiar su contenido y a veces incluso controlar su cámara y sus capacidades de grabación de audio".
La compañía trabaja sólo con las autoridades estatales, según Levinson, "pero no distingue entre democracias y dictaduras, como en el Golfo; a pesar de sus afirmaciones, hace poco por supervisar cómo se utiliza su tecnología".
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"Israel", dijo Levinson, "puso a la NSO en contacto con los estados árabes de la región, e incluso representantes israelíes participaron en reuniones de marketing entre funcionarios de inteligencia de los estados árabes y ejecutivos de la NSO. Algunas de las reuniones se celebraron en Israel".
Levinson dijo que la NSO gana cientos de miles de millones con la venta de programas espía a los países árabes.
Dijo que: "Cada estado del Golfo tiene un apodo basado en la primera letra del nombre del país y un fabricante de automóviles: Arabia Saudí se llama Subaru, Bahrein es BMW y Jordania es Jaguar. La práctica de la NSO es usar estos nombres en lugar del nombre real del país".
En cuanto a Qatar, Haaretz dijo que la NSO no hace negocios con él porque Israel lo prohíbe.