¿Está Israel realmente interesado en una confrontación con los grupos de la resistencia? La continua escalada entre los grupos y la entidad sionista tiene el potencial de convertirse en una confrontación total. Sin embargo, la eliminación de los riesgos de seguridad que la Franja de Gaza supone para el estado de ocupación requiere que Israel considere una reocupación completa del territorio palestino y que permanezca allí durante mucho tiempo.
Los grupos de la resistencia quieren persuadir a los sionistas para que se abstengan de endurecer el bloqueo que ha creado condiciones económicas y humanitarias muy severas en la Franja. Israel, mientras tanto, aparentemente no tiene interés en una confrontación en toda regla, ya que sus responsables se dan cuenta de que al final volverán al punto de partida. Sin embargo, las amenazas de los dirigentes sionistas, especialmente del ministro de defensa Benny Gantz, y las insinuaciones sobre la posibilidad de que Israel asesine a los dirigentes de los grupos de resistencia y a sus miembros, podrían sugerir lo contrario.
Antes de ahondar en las perspectivas de una nueva escalada, es importante subrayar que los recientes esfuerzos israelíes se han centrado en el retorno a la estrategia de "gestión de crisis" que ha seguido desde 2009; es una estrategia a la que Gaza ha logrado dar la vuelta e imponer nuevas normas. Los grupos de resistencia han asegurado su derecho legítimo a perturbar la seguridad en las regiones meridionales de la entidad israelí en respuesta al endurecimiento del bloqueo.
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Israel no ha logrado disuadir la resistencia legítima porque, sencillamente, los palestinos de Gaza no tienen nada que perder, ya que la actual situación humanitaria y económica es tan grave que los israelíes se verán obligados a volver a los mismos viejos términos de tregua. Al mismo tiempo, Israel es consciente de que ningún partido palestino o árabe puede hacerse cargo de la gestión de la Franja.
Esto significa que cualquier ofensiva militar a gran escala contra la Franja de Gaza tendrá uno de dos resultados: la ofensiva terminará y Gaza volverá a ser una amenaza directa para el Estado sionista, a pesar de la pérdida de vidas y las dificultades económicas y políticas que ello conlleva; o la escalada llevará a que Israel quede empantanado en las arenas calientes de Gaza durante mucho tiempo, con los enormes desafíos que ello supondría a todos los niveles.
Al mismo tiempo, Israel tiene desafíos lejos de la Franja de Gaza. Se enfrenta a la incertidumbre en el frente septentrional con el Líbano y Hezbollah; se acerca el nuevo año académico y, en el plano interno, el Estado no está preparado, con el deterioro de las condiciones económicas y sociales a raíz de la pandemia de Covid-19; y existe un temor real al cambio en la atmósfera regional tras el acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos. Todo esto hace que los sionistas no estén muy entusiasmados con una mayor escalada.Lo que se aplica a Israel también se aplica a los grupos de la resistencia, que no tienen interés en una confrontación total. Están principalmente preocupados por persuadir a Israel para aliviar el asedio de Gaza. Sin embargo, pueden ocurrir incidentes que empujen a ambas partes a dar el paso. La matanza de ciudadanos palestinos por parte de Israel, por ejemplo, o los misiles lanzados desde Gaza, podrían desencadenar automáticamente un gran enfrentamiento.
Huelga decir que la situación depende no sólo de la posición israelí y de los grupos de resistencia, sino también del papel de los mediadores, incluidos Egipto, Qatar y las Naciones Unidas. También hay que tener en cuenta el impacto de los acontecimientos internos y regionales.
No obstante, los grupos de resistencia deben actuar de acuerdo con sus intereses y los intereses de los palestinos en la Franja de Gaza. Esto requiere que sigan comunicándose con los mediadores, que no dejen los asuntos en manos de la influencia sionista y que aumenten su papel en la mejora de las condiciones económicas y humanitarias en el territorio asediado.
Traducido de The New Khalij, 24 de agosto de 2020
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