Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Israel están trabajando en un plan para establecer una base de espías en la isla yemenita de Socotra, según JForum, los portales oficiales de la comunidad judía y francófona. Los dos países, que normalizaron sus relaciones a principios de este mes, ya han tomado medidas para instalar una base de espías en la isla situada estratégicamente en el Mar Arábigo, a unos 350 kilómetros al sur del Yemen.
Israel y los Emiratos están haciendo todos los preparativos logísticos para establecer bases de inteligencia para reunir información en todo el Golfo de la Bahía de Edén desde Bab Al-Mandab, en la isla de Socotra, en el sur del Yemen, que está bajo el control de los Emiratos, informó el JForum citando fuentes yemeníes. Se sugirió que la cooperación para construir una base de espías se debía a la normalización de los vínculos entre ambos países.
Según el informe, una delegación de oficiales de inteligencia israelíes y emiratíes llegó a la isla de Socotra muy recientemente y examinó varios lugares para establecer las bases de inteligencia previstas. La finalidad de esa base sería reunir información de inteligencia en toda la región, en particular desde Bab Al-Mandab y el sur del Yemen, junto con el Golfo de Edén y el Cuerno de África.
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En el informe se afirmaba que los centros de vigilancia de Tel Aviv vigilaban las acciones de los militantes hutíes en el Yemen y los movimientos navales iraníes en la región, y examinaban el tráfico marítimo y aéreo en la región meridional del Mar Rojo.
Se ha citado la consideración de la seguridad como una de las principales razones por las que los Emiratos Árabes Unidos rompieron filas con sus vecinos árabes para normalizar los vínculos con Israel, lo que ha dado lugar a acusaciones de que los gobernantes emiratíes han actuado en connivencia con el Estado sionista y los Estados Unidos en una agresión diplomática contra sus hermanos palestinos.
A pesar de la insistencia de los Emiratos Árabes Unidos en que el acuerdo de normalización impedía una mayor anexión de territorio palestino, los críticos han sugerido que el acuerdo no hace nada de eso y en cambio ayuda al primer ministro Benjamin Netanyahu y al derecho israelí a cimentar su posición. El líder del Likud siempre ha sostenido que podría obligar a los países árabes a revertir la fórmula de "tierra por paz" -que ha sido la base de cualquier solución- normalizando los lazos con los autócratas árabes sin devolver ni un centímetro de la tierra ocupada a los palestinos.
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