El gobierno de transición de Sudán ha acordado un acuerdo con los grupos rebeldes que pone fin a 30 años de gobierno bajo la ley islámica y el Islam como religión oficial del estado.
El primer ministro Abdalla Hamdok y un líder del Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés del Norte (SPLM-N), Abdelaziz Al-Hilu, firmaron el acuerdo el jueves en la capital etíope, Addis Abeba.
"El estado no establecerá una religión oficial", dice el acuerdo. "Ningún ciudadano será discriminado por su religión. Para que Sudán se convierta en un país democrático donde se consagren los derechos de todos los ciudadanos, la constitución debe basarse en el principio de 'separación de la religión y el estado', en ausencia del cual debe respetarse el derecho a la autodeterminación".
Este acontecimiento se produce varios días después de que el gobierno acordara un acuerdo de paz con una coalición de grupos rebeldes del Frente Revolucionario de Sudán en Juba, Sudán del Sur. La firma final del acuerdo se programará para el próximo mes, cuando también se espera que los conflictos en la región de Darfur y otras partes del país también puedan llegar a su fin.
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Las medidas adoptadas por las autoridades sudanesas son los últimos intentos de eliminar tres decenios de la ley de la sharia que se aplicó bajo el gobierno de Omar Al-Bashir. Fue expulsado por los militares el pasado abril tras meses de protestas antigubernamentales en la capital, Jartum. En agosto pasado se firmó una constitución provisional que excluía toda referencia a la Shari'ah como fuente primaria de la ley en Sudán.
Al-Bashir llegó al poder en un golpe militar en 1989 que fue orquestado por Hassan Al-Turabi, líder del principal movimiento islamista del país que ayudó a supervisar la estricta aplicación de la ley islámica. Bajo el nuevo liderazgo, Sudán está saliendo del aislamiento internacional, ya que ha estado en la lista de Estados Unidos de patrocinadores de terrorismo desde 1993, con sanciones impuestas hasta 2017.
Se ha informado que, entre otras reformas, EE.UU. ha condicionado la eliminación de Sudán de la lista a la normalización de sus relaciones diplomáticas con Israel. A pesar de la oposición a la normalización, se reveló el mes pasado que el jefe del Mossad de Israel se reunió con un alto funcionario sudanés en los Emiratos Árabes Unidos.
Mientras que las reformas han sido bienvenidas por los defensores de los derechos humanos, el Epoch Times informa que han sido criticadas públicamente por los partidos islamistas del país, incluyendo el Partido del Congreso Popular (PCP). "Está claro que este gobierno, que obedece a Occidente, va a favor de la plena secularización del país, lo que va en contra de nuestros valores y religión", insistió el PCP.
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