El gobernador del banco central del Líbano, que ocupa el cargo desde 1993, dijo que no tiene planes de renunciar a pesar de los rumores de que lo haría en medio de una profunda crisis financiera en la nación del Medio Oriente, informó Reuters.
Riad Salameh, director del Banco del Líbano, dijo a la CNBC en una entrevista difundida ayer que seguiría adelante con "lo que tengo en mente como estrategia para salir de esta crisis".
Salameh, considerado durante mucho tiempo como un pilar del sistema financiero libanés, ha sido objeto de fuertes críticas por su trayectoria desde el inicio de la crisis que paralizó el sistema bancario y hundió la moneda desde octubre.
Muchos libaneses de a pie lo acusan a él y al resto de la élite gobernante de llevar a la nación al caos económico, agravado por la masiva explosión portuaria del 4 de agosto que destruyó una porción de Beirut.
Salameh dijo que el banco central "no [creó] el déficit en el gobierno -siempre hemos pedido una reducción del déficit- y no creamos el déficit en la cuenta corriente", desestimando esos "rumores de mi dimisión que se extienden todos los días".
Dijo que, en sus 27 años en el cargo, el banco había mantenido "este país a flote mientras vivía [en] guerras, asesinatos, conflictos civiles".
Salameh ha dicho que los bancos, que tienen un acceso restringido a los depósitos, abandonarían el mercado si no pudieran aumentar su capital en un 20% para el mes de febrero.