Según un informe de Amnistía Internacional, la milicia del general Khalifa Haftar ha expulsado forzosamente a más de 5.000 refugiados en 2020.
Esto se detalla en un extenso informe apoyado por testimonios de migrantes y refugiados libios, un día después de que la Comisión Europea (CE) anunciara un nuevo pacto para controlar la inmigración ilegal en los países europeos.
La organización con sede en Londres declaró en el informe: "Las fuerzas orientales han expulsado por la fuerza a más de 5.000 refugiados en 2020, sin el debido proceso legal o la oportunidad de impugnar la deportación".
La organización explicó que las fuerzas de Haftar justificaron la deportación forzosa alegando que los refugiados son portadores de enfermedades contagiosas. Sin embargo, no se dieron detalles sobre el destino exacto de los desplazados.
Amnistía Internacional criticó la política de los países de la Unión Europea (UE) de interceptar a los refugiados libios y devolverlos a sus países, señalando: "Los migrantes en Libia están atrapados en un círculo vicioso de violaciones. Los refugiados arriesgan sus vidas cruzando el mar para buscar seguridad en Europa. Luego son interceptados y devueltos para enfrentar el mismo círculo vicioso de violaciones excesivas en Libia".
El informe sobre derechos humanos confirmó que los países de la UE continúan haciéndolo: "Aplicando políticas que asedian a decenas de miles de hombres, mujeres y niños libios en un círculo vicioso de violaciones, mostrando un cruel desprecio por la vida y la dignidad de las personas".
El miércoles, la CE anunció un nuevo pacto de migración que servirá como un pilar importante para reforzar la cooperación con los países fuera de la UE, con el objetivo de controlar la inmigración ilegal.
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, afirmó en una declaración en Bruselas que Europa debe demostrar al mundo que es capaz de gestionar el expediente de los inmigrantes y solicitantes de asilo, como ya lo había hecho anteriormente en otras cuestiones.
Debido a la agitación interna de los últimos años, Libia se ha convertido en el punto de paso más importante hacia Europa para los migrantes ilegales africanos que huyen de la pobreza y los conflictos en sus países.