El presidente libanés Michel Aoun pidió el jueves que se aborde el expediente de la inmigración ilegal y se combata a las redes de contrabando que organizan viajes mortales desde las costas del país hacia la isla de Chipre.
Esto se produjo en una declaración emitida por la presidencia libanesa, después de una reunión de seguridad en la capital de Beirut a la que asistieron Aoun, el primer ministro interino Hassan Diab y varios ministros y funcionarios de seguridad.
El Líbano ha sido testigo recientemente de un movimiento migratorio irregular a través del mar hacia Chipre, para cruzar de allí a Europa.
Aoun subrayó en la declaración la necesidad de: "Abordar las razones sociales que llevaron a estas personas a abandonar el Líbano por medios ilegales, lo que las expuso a dolorosos desastres en el mar".
Añadió que esos accidentes tuvieron como resultado: "Tragedias familiares, ya que varios migrantes de diferentes edades murieron mientras intentaban llegar a Europa".
En la declaración también se mencionaba que: "El primer ministro designado encargó a los equipos especiales de seguridad que adoptaran medidas urgentes y se coordinaran suficientemente para poner fin al fenómeno del contrabando de personas a través del mar".
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De acuerdo con la declaración: "Los participantes de la reunión encargaron a los dirigentes del ejército que establecieran un centro especializado de búsqueda y rescate, en cooperación con los ministerios pertinentes, y pidieron a las partes competentes que se comunicaran con las autoridades chipriotas a fin de aplicar los procedimientos necesarios para la deportación de los migrantes".
La declaración continuó: "También se han intensificado las actividades de inteligencia e investigación para descubrir las redes de contrabando, y las patrullas marítimas se están coordinando con los dirigentes de la FPNUL para detectar y vigilar las embarcaciones".
Según los informes de los medios de comunicación, las autoridades chipriotas han devuelto recientemente a 115 migrantes irregulares en seis embarcaciones que llegaron del Líbano.
Tras la explosión del puerto de Beirut en agosto, la situación en el Líbano ha empeorado, ya que el país está sufriendo la peor crisis económica de su historia moderna.
El Líbano ha estado experimentando una intensa ola de polarización política, ya que los intereses regionales y occidentales chocan ferozmente.
La explosión del puerto de Beirut intensificó la frustración y la ira de la juventud libanesa, en un país que está presenciando desde el 17 de octubre de 2019 un movimiento popular contra el deterioro de las condiciones económicas y políticas.
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