El presidente francés Emmanuel Macron condenó ayer a los líderes libaneses por supuestamente servir a sus propios intereses y descuidar las reformas ofrecidas por Francia.
En una conferencia de prensa en la capital francesa, París, Macron declaró: "Me avergüenzo de los dirigentes políticos del Líbano", afirmando que "no querían, de forma clara y decidida, respetar los compromisos contraídos con Francia y la comunidad internacional". "Decidieron traicionar este compromiso".
Los comentarios de Macron se produjeron después de que el primer ministro designado del Líbano, Mustapha Adib, dimitiera el sábado tras no haber formado un gabinete adecuado para dirigir las reformas del país, tal como se había establecido en una hoja de ruta establecida por Francia hace un mes.
Ese plan, en el que Francia obligaba al Líbano a aplicar diversas reformas contra la corrupción y a mejorar la gobernanza, tenía por objeto volver a poner en pie al país tras la catastrófica explosión ocurrida en la capital, Beirut, a principios de agosto, precedida por una grave crisis económica ya existente.
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Sin embargo, se informó que esas reformas y la formación de un nuevo gobierno fueron bloqueadas por las demandas de los dos principales grupos chiítas del Líbano, Amal y Hezbolá, con un mayor papel dentro del gabinete. Posteriormente, el Líbano no cumplió con el plazo de Francia a mediados de septiembre para formar el gobierno y dejó vacante el puesto de primer ministro una vez más.
Macron también se dirigió directamente a Hezbollah por primera vez en la conferencia, cuestionando su papel e intenciones en el país que hasta ahora han sido ambiguas. "Hezbollah no puede ser al mismo tiempo un ejército en guerra con Israel, una milicia desenfrenada contra los civiles en Siria y un partido respetable en el Líbano", dijo.
Macron preguntó además: "¿Es realmente un partido político o procede sólo de una manera lógica dictada por Irán y sus fuerzas terroristas? Quiero que veamos si en las próximas semanas algo es posible. No soy ingenuo". Sin embargo, señaló que no había pruebas de que Irán estuviera interfiriendo en su hoja de ruta para las reformas en el Líbano.
Calificando el retraso en las reformas como una traición a su iniciativa, advirtió a los líderes del Líbano que tienen de cuatro a seis semanas para proceder con el plan antes de que Francia y otros socios internacionales celebren una conferencia de ayuda a finales de octubre.
"Este es un sistema de terror. Este sistema ya no avanza y unas pocas docenas de personas están derribando un país y a su gente", subrayó Macron. "La iniciativa francesa persistirá. Mi compromiso... no flaqueará".
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