Las prácticas y políticas de China hacia los uigures y musulmanes en Xinjiang siempre han formado parte de la agenda de Ankara, dijo ayer el portavoz del partido gobernante de Turquía, Omer Celik.
Según Anadolu, Celik dijo que Turquía ha estado vigilando de cerca los derechos humanos y la libertad de creencia y que la regulación anti-extremismo de China adoptada en 2017 contiene prácticas negativas y arbitrarias contra los uigures.
"Nuestro único deseo en esta cuestión es que los turcos uigures vivan en la prosperidad y paz, y contribuyan al desarrollo de China, la paz social, la prosperidad y la seguridad como ciudadanos en igualdad de condiciones", dijo, al tiempo que señaló que Ankara ha instado reiteradamente a Beijing a respetar los derechos de los turcos uigures y las minorías.
En febrero, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo que China no debería etiquetar a todos los uigures de etnia musulmana como terroristas, tras las conversaciones con su homólogo chino en Alemania.
En 2019, Ankara también condenó la "política sistemática de China contra los turcos uigures" y el tratamiento de su pueblo musulmán de etnia uigur como "una gran vergüenza para la humanidad".
Los uigures, un grupo étnico de habla turca predominantemente musulman, principalmente de la región noroccidental de China, Xinjiang, han sido objeto de persecución religiosa y étnica por parte de las autoridades chinas y en los últimos años más de un millón de ellos han sido recluidos en campos de detención, según las Naciones Unidas. China dice que los campos son parte de su lucha contra el terror, sin embargo, los detenidos describen horribles abusos, incluyendo violaciones y esterilización, sufridos mientras estaban encarcelados.
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