Las Naciones Unidas (ONU) han revelado que algunos de los 15 opositores ejecutados por las autoridades egipcias por cargos de terrorismo, violencia e incitación al asesinato fueron torturados y no tuvieron un juicio justo.
Esto llegó en una declaración el miércoles por la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell, a la Agencia Anadolu.
Hace dos días, el régimen de Abdel Fattah El-Sisi ejecutó a 15 jóvenes tras las protestas que arrasaron el país desde el 19 de septiembre.
En respuesta a las críticas locales e internacionales, El Cairo suele negarse a mantener detenidos a los activistas políticos, confirmando la plena adhesión del Estado a la ley y la constitución, al tiempo que afirma la imparcialidad del poder judicial egipcio.
Throssell explicó que la Comisión de la ONU ha estado recibiendo información sobre la ejecución de 15 jóvenes en Egipto desde finales de la semana pasada.
El funcionario de la ONU añadió: "Se nos ha informado de que algunas de las personas que fueron ejecutadas han sido torturadas y pueden no haber tenido un juicio justo de acuerdo con las obligaciones de Egipto en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos".
"Según la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la aplicación de la pena de muerte después de un juicio que no cumpla las disposiciones del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos constituye una violación del derecho a la vida".
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Throssell señaló que la pena de muerte sólo puede aplicarse a los autores de: "Los crímenes más graves, como el asesinato premeditado".
Pidió al gobierno egipcio que garantizara un juicio justo y el apoyo legal a todos los prisioneros, incluyendo indultos y conmutación de sentencias.
El domingo por la noche, los canales por satélite contrarios al régimen y las figuras de la oposición en el extranjero informaron de que 15 opositores fueron ejecutados en un plazo de 24 horas. Si bien las autoridades egipcias no emitieron ninguna declaración sobre las acusaciones, el periódico Al-Masry Al-Youm informó de que sólo se había ejecutado a seis prisioneros.
Todos los presos políticos que supuestamente fueron ejecutados anteriormente negaron haber cometido alguno de los cargos que se les imputaban. Los cargos contra ellos incluían asesinato, incitación a la violencia y actos de vandalismo contra la propiedad pública en los acontecimientos que siguieron al derrocamiento del difunto presidente Mohamed Morsi, líder de los Hermanos Musulmanes.
Los Hermanos Musulmanes confirmaron que las protestas contra el derrocamiento de Morsi, que tuvieron lugar en el verano de 2013, fueron pacíficas y se negaron a reconocer el régimen actual de Egipto.