Los Estados Unidos han compilado una lista de 80 sitios vinculados a las milicias apoyadas por Irán en Iraq y la han presentado al gobierno de Bagdad. Los americanos han dicho al gobierno iraquí que atacarán los sitios y cerrarán la embajada de EE.UU. si las milicias no son reprimidas.
Los detalles fueron compartidos por el secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo en una llamada telefónica al presidente iraquí Barham Salih el 20 de septiembre. Las milicias afectadas incluyen la Organización Badr, Asaib Ahl Al-Haq y Kataib Hezbollah.
Un alto político chiíta, que habló con la condición de mantener el anonimato, dijo a Middle East Eye, "El mensaje de los americanos fue claro. Si usted no reacciona, nosotros lo haremos". Si los EE.UU. actuaran ante su amenaza, añadió, significaría "una guerra abierta... y la salida de EE.UU. de Bagdad significa que esta guerra es inminente".
Se dice que el principal temor del gobierno iraquí si se cierra la embajada de EE.UU. es la probabilidad de un colapso económico, el resurgimiento de la lucha sectaria, el colapso del gobierno y la retirada de otras misiones diplomáticas del país.
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"Todo indica que nos dirigimos hacia una tormenta perfecta", confirmó un alto político iraquí. "La retirada de los americanos significa un colapso económico en dos semanas, seguido de un colapso político en dos o tres meses, luego un colapso de seguridad y la caída del gobierno."
Tras una reunión urgente entre Salih y el primer ministro Mustafá Al-Kadhimi y otros funcionarios del gobierno, se decidió enviar al ministro de Asuntos Exteriores Fuad Hussein a Irán el 26 de septiembre para pedir a Teherán que frene a los grupos de milicias que apoya.
Sin embargo, el jefe de un bloque político chiíta afirmó que todo lo que se le pedía a Irán era una "tregua de 40 días", y nada más. "[Los iraníes dijeron] que no apoyan ningún ataque dirigido a las misiones diplomáticas y que el gobierno iraquí debe tomar las medidas necesarias para evitar tales ataques", dijo a MEE.
Según un destacado comandante de la milicia no han recibido ningún mensaje de los iraníes sobre este tema. "Los iraníes no interferirán en esto", dijo confiado, "ni tampoco controlarán todas las facciones armadas". Nos gustaría saber de ellos, pero eso no significa que hagamos todo lo que dicen." Él también afirmó que las misiones diplomáticas no son un objetivo, "excepto para los americanos, porque llevan a cabo actividades de seguridad e inteligencia".
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La amenaza de Washington de cerrar su embajada fue descrita por otro comandante de la milicia como un "juego político" en cooperación con "sus aliados locales, incluyendo a Salih y Kadhimi". La crisis es inventada, sostuvo. "El objetivo es poner la mayor presión posible sobre las fuerzas antiamericanas... [La amenaza de la embajada de EE.UU.] es una clara mentira, y ningún político con experiencia puede creerla."
Aunque Al-Kadhimi ha hecho algunos movimientos desde su nombramiento para limitar la influencia de las milicias en las fuerzas armadas y la sociedad del país, haciendo redadas en los cuarteles de grupos prominentes y arrestando a varios miembros, muchos afirman que no se está haciendo lo suficiente. Sostienen que las milicias simplemente no están siendo desafiadas.