Qatar anunció el martes que está dispuesto a cooperar plenamente con Amnistía Internacional para investigar las violaciones contra los trabajadores domésticos reveladas en un informe publicado por el organismo de vigilancia de los derechos humanos.
"Si se demuestra que es cierto", dijo la oficina de comunicaciones del gobierno, "las acusaciones hechas por las personas entrevistadas... constituyen graves violaciones de la ley de Qatar y deben ser tratadas en consecuencia". La declaración oficial añadió que el Ministerio de Desarrollo, Trabajo y Asuntos Sociales está dispuesto a colaborar con Amnistía para investigar las acusaciones y garantizar que "todos los culpables rindan cuentas".
Señaló que las políticas laborales de Qatar están sujetas a un examen constante, incluidas las relativas a los trabajadores domésticos, y observó que las recomendaciones del informe de Amnistía incluyen varias iniciativas que ya se han aplicado o están a punto de aplicarse. "Desde la entrada en vigor de la Ley sobre los trabajadores domésticos de 2017, Qatar ha hecho más esfuerzos que ningún otro país de la región para atender las necesidades y preocupaciones de los trabajadores domésticos".
El martes pasado, Amnistía Internacional dijo que las trabajadoras domésticas en Qatar están siendo sometidas a niveles extremos de abuso, incluyendo abuso físico, trato degradante y condiciones de trabajo de explotación. Las trabajadoras han descrito cómo los empleadores abusivos las menospreciaron tirándoles del pelo y escupiéndolas, y revelaron que han sido golpeadas, pateadas y golpeadas.Amnistía entrevistó a 105 mujeres, de las cuales el 85% dijo que trabajaban regularmente más de 14 horas al día y que rara vez o nunca tenían días libres. Sus empleadores, mientras tanto, les confiscan los pasaportes.
En Qatar hay casi dos millones de trabajadores migrantes, la mayoría de ellos procedentes de países pobres como Bangladesh y Nepal, así como de la India. Según Amnistía, unas 173.000 mujeres trabajan en el sector del servicio doméstico en el Estado del Golfo, la mitad de ellas en casas particulares.
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Como país anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA de 2022, Qatar ha sido objeto de atención internacional por el trato que da a los trabajadores migrantes. El gobierno de Doha ha comenzado recientemente a reformar las condiciones de trabajo de los trabajadores extranjeros mediante la aplicación de un salario mínimo mensual de 1.000 riyals qataríes (275 dólares) y permitiendo a los trabajadores extranjeros cambiar de empleo sin el consentimiento de su anterior empleador.
"[Estas reformas] no es probable que reduzcan significativamente los abusos o mejoren las condiciones de los trabajadores domésticos si no se toman medidas adicionales para mejorar la protección y garantizar la aplicación", insistió Amnistía.