Los ataques de artillería contra civiles en el conflicto de Nagorno-Karabaj podrían constituir crímenes de guerra, dijo el lunes el jefe de derechos humanos de las Naciones Unidas, reiterando un llamamiento a Azerbaiyán y Armenia para que pongan fin a los ataques contra ciudades, escuelas y hospitales en el enclave montañoso.
Por otra parte, el primer ministro de Armenia pidió que se investigara la presencia de "mercenarios extranjeros" en Nagorno-Karabaj después de que las fuerzas de etnia armenia dijeran que habían capturado a dos combatientes de Siria.
Azerbaiyán negó la presencia de combatientes extranjeros.
Continuaron las batallas encarnizadas a lo largo de la primera línea de un conflicto que ha matado al menos a 1.000 personas, y posiblemente a muchas más. Nagorno-Karabaj es reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero está poblado y controlado por armenios étnicos.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que los ataques indiscriminados en zonas pobladas dentro y alrededor de la zona de conflicto contravenían el derecho internacional humanitario.
Dijo en una declaración que los repetidos llamamientos tanto a Armenia como a Azerbaiyán para evitar la pérdida de vidas civiles y los daños a la infraestructura civil no habían sido atendidos.
"En cambio, se han destruido viviendas, se han reducido las calles a escombros y se ha obligado a las personas a huir o a buscar seguridad en los sótanos", dijo. "Esos ataques deben cesar y los responsables de llevarlos a cabo, o de ordenarlos, deben rendir cuentas".
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Apenas unas horas después de acordar en Ginebra el viernes evitar los ataques deliberados contra civiles, las fuerzas azerbaiyanas y armenias de Nagorno-Karabaj se acusaron una vez más de bombardear zonas residenciales.
Citando datos de ambas partes del conflicto, Bachelet dijo que unos 40.000 azeríes habían sido desplazados temporalmente por los últimos combates, mientras que unos 90.000 armenios huyeron de Nagorno-Karabaj y se encontraban actualmente en Armenia.
Los grupos de derechos internacionales también han acusado a ambas partes de utilizar municiones de racimo prohibidas, más recientemente en el bombardeo de la ciudad azerí de Barda el miércoles.