Un refugiado y ex detenido sirio que sufrió tres años de tortura en el sistema penitenciario del régimen de Assad ha sido admitido en la prestigiosa Universidad de Georgetown de los Estados Unidos.
Omar Alshoghre, ahora un orador público y activista con residencia en Suecia, busca educar al mundo sobre su experiencia, publicó un video suyo celebrando la admisión de la universidad en las montañas de Noruega la semana pasada, exclamando "¡He llegado a Georgetown!".
We deserve a moment of happiness. I’m officially admitted to Georgetown University. @Georgetown pic.twitter.com/M1BVsaY8dS
— Omar Alshogre (@omarAlshogre) November 1, 2020
Hablando con el Middle East Monitor, Alshoghre dijo: "Mi admisión en la Universidad de Georgetown es un acto de desafío contra el régimen sirio. Durante años intentaron quebrarme, pero esta decisión demuestra que fracasaron. No pudieron quebrarme, en cambio me hicieron más fuerte".
Proveniente de la aldea costera siria de Al-Bayda, la historia de Alshoghre es impactante, ya que fue arrestado junto con sus primos a la temprana edad de 15 años cuando los soldados del régimen del presidente Bashar Al-Assad allanaron la casa de su tío en 2012. Eso fue un año después de que estallara la revolución siria, lo que llevó al régimen a calificar de "terroristas" a cualquiera que tuviera la más mínima relación con las protestas.
Detalló su historia en una entrevista con Middle East Monitor el año pasado, diciendo que a partir de entonces se vieron obligados a soportar los ataques diarios de tortura, siendo obligados a hacer confesiones falsas en un esfuerzo por detener la tortura. Uno por uno, sus primos murieron hasta que él fue el único que quedó.
Mientras tanto, su padre y sus hermanos fueron asesinados en su ciudad natal en las infames masacres de Bayda y Baniyas llevadas a cabo por el régimen en 2013, estando entre los cientos que fueron asesinados en la mayoría de las zonas suníes.
Tras someterse a uno de los "juicios de cinco segundos" de los tribunales del régimen y ser trasladado a la tristemente célebre prisión de Sednaya, cerca de la capital, Damasco, fue puesto en libertad en 2015 cuando su madre, tras numerosos intentos anteriores, tuvo que pagar a las autoridades.
Luego huyeron a Turquía y luego a Suecia -con Alshoghre pesando apenas 34 kilogramos- donde reconstruyó gradualmente su vida y su educación, aprendió con fluidez el sueco y el inglés, y culminó con su ingreso en la Universidad de Georgetown.
LEER: 58.000 familias iraquíes desplazadas vuelven a sus hogares, 35 campos han sido cerrados
Su desafío a los esfuerzos del régimen por quebrarlo a él y a otros sobrevivientes, sostiene, es el mayor éxito y su aceptación en la universidad simboliza el fracaso de Al-Assad para reprimir la libertad del pueblo sirio. "Mi futuro en Georgetown, como todo lo que hago, demuestra que el régimen no puede detenernos a nosotros, el pueblo de Siria, para superar su opresión y llevar una vida plena".
También hace referencia a la educación como un sueño de su padre, que siempre deseó y le empujó a alcanzar un alto nivel de educación. Por lo tanto, su admisión en la Universidad de Georgetown es para él también el cumplimiento de su compromiso con su padre.