Una niña de cuatro años ha sido rescatada viva de un edificio derrumbado en la ciudad turca de Izmir ayer, 91 horas después del fuerte terremoto que sacudió el Egeo la semana pasada.
Ayda Gezgin fue encontrada por los bomberos turcos y los servicios de rescate que la sacaron de entre los escombros del edificio en el que vivía su familia. Envuelta en una manta térmica y de camino a la ambulancia que la esperaba, se podía oír a la multitud que la rodeaba exclamando "¡Dios es grande!"
En un tweet, el alcalde de Izmir, Tunc Soyer, dijo: "Hemos sido testigos de un milagro en la hora 91... Los equipos de rescate sacaron viva a Ayda, de cuatro años. Junto con el gran dolor que hemos experimentado, también tenemos una alegría".
Uno de los rescatadores, Nusret Aksoy, dijo a los periodistas que localizó a Ayda después de oírla gritar y encontrarla junto a un lavavajillas entre los escombros, donde le hizo señas y le dijo que estaba bien.
El padre de Ayda miraba mientras su hija era rescatada; se ha confirmado que su madre no sobrevivió al derrumbe.
El terremoto, de una magnitud de 7,0 en la escala de Richter, sacudió la isla griega de Samos el viernes por la tarde y se extendió 14 kilómetros al noreste hacia la ciudad de Izmir y sus alrededores.
Siguieron más de 1.464 réplicas y "mini-tsunamis" que inundaron la provincia, convirtiéndolo en el terremoto más destructivo de este año.
El número de muertos por el terremoto del viernes y sus secuelas ha llegado a 100, con al menos 994 heridos y más de 140 aún siendo atendidos en el hospital.
LEER: 58.000 familias desplazadas iraquíes vuelven a sus hogares, 35 campos han sido cerrados