Francia ha condenado al presidente turco Recep Tayyip Erdogan por sus supuestas "declaraciones violentas" y ha amenazado con sanciones contra Turquía, en medio del aumento de las tensiones entre ambos Estados.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, hizo los comentarios en una entrevista con la emisora de radio francesa Europa 1, afirmando: "Ahora hay declaraciones de violencia, incluso de odio, que el presidente Erdogan publica regularmente y que son inaceptables".
Tras una campaña lanzada el mes pasado por el presidente Emmanuel Macron contra el "separatismo islamista", el gobierno se dispuso a cerrar algunas organizaciones musulmanas, negocios e incluso cafés dentro del país. Una de esas organizaciones era la mayor ONG musulmana francesa, BarakaCity, que fue disuelta hace una semana, lo que llevó a su fundador a buscar asilo en Turquía.
Macron también se negó a condenar las caricaturas irrespetuosas del profeta Mahoma (la paz sea con él), afirmando que Francia no renunciará a hacer las caricaturas basadas en la libertad de expresión. En respuesta, Erdogan dijo que Macron sufre de problemas de salud mental, lo que llevó a Francia a retirar a su embajador de Turquía.
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Le Drian destacó: "No es sólo Francia la que está en el punto de mira, hay una total solidaridad europea en el tema - queremos que Turquía renuncie a esta lógica". La continua condena de Turquía a Macron y a las acciones del gobierno francés, advirtió, podría resultar en sanciones. "Hay medios de presión, hay una agenda de posibles sanciones."
Como resultado de la represión de Francia contra su comunidad musulmana y la aceptación de Macron de las caricaturas incendiarias, un boicot de los productos, marcas y negocios franceses en todos los países de mayoría musulmana ha sido aplicado por entidades no gubernamentales. Si bien el boicot ha sido aplicado por esas entidades en países como Kuwait y Qatar, Erdogan se ha manifestado en apoyo del boicot, pidiendo oficialmente que se aplique en Turquía.
Macron ha sido categórico en cuanto a que su gobierno no se dirige contra el propio Islam, sino contra elementos radicales y políticos de éste que supuestamente amenazan los valores seculares franceses. En una carta al editor del periódico británico Financial Times ayer, Macron insistió en que está en contra del "separatismo islamista, nunca del Islam".
Intentó corregir un artículo del periódico que afirmaba que lo había citado erróneamente como "estigmatizando a los musulmanes franceses por motivos electorales y fomentando un clima de miedo y sospecha hacia ellos". Declaró firmemente que "No permitiré que nadie afirme que Francia, o su gobierno, fomenta el racismo contra los musulmanes".