Moscú ha revelado el miércoles un proyecto de acuerdo con Jartum que permite establecer una base logística naval en la costa sudanesa del Mar Rojo.
La base naval propuesta podrá alojar hasta 300 soldados y empleados, como se estipula en el acuerdo, además de buques equipados con equipo nuclear "teniendo en cuenta los requisitos de seguridad nuclear y ambiental", siempre que no anclen más de cuatro buques simultáneamente.
Acuerdo bilateral
El primer ministro ruso Mikhail Mishustin anunció en una declaración oficial el viernes pasado que el proyecto de acuerdo que se discutió inicialmente con Sudán será presentado al presidente ruso.
La declaración indicaba que Sudán había aprobado el establecimiento de una base logística naval en su territorio, al tiempo que se comprometía a desarrollar y modernizar la infraestructura del país para mantener y abastecer los buques de guerra rusos y proporcionar servicios de hospitalidad a los miembros de la tripulación.
Rusia expresó su voluntad de entregar armas y equipo militar al Sudán gratuitamente con el fin de mantener los sistemas de defensa aérea en la instalación propuesta.
La declaración añadía: "El proyecto surge de un deseo mutuo de Moscú y Jartum de fortalecer y desarrollar la cooperación militar para aumentar la capacidad de defensa de ambos estados".
La declaración continuaba: "La presencia de la base logística naval rusa en el Sudán, que se establece con fines de defensa, responde a los objetivos de mantener la paz y la estabilidad en la región, y no supone ninguna amenaza para otros países".
La duración del acuerdo se prorrogará por 25 años y se renovará automáticamente por períodos de diez años consecutivos si ninguna de las partes ha notificado por escrito su intención de poner fin al acuerdo.
En 2017, el derrocado presidente Al-Bashir visitó Moscú y firmó acuerdos para modernizar las Fuerzas Armadas Sudanesas con la ayuda de Rusia.
Tras la destitución de Al-Bashir, el año pasado las nuevas autoridades sudanesas confirmaron el compromiso de Jartum con los acuerdos políticos, económicos y militares firmados con Rusia.
Rusia también envía de vez en cuando asesores militares a los países africanos, como parte de su esfuerzo por restablecer la influencia que tuvo en la región antes del colapso de la ex Unión Soviética hace más de 30 años.