Un antiguo portavoz del gobierno marroquí, Mustapha El-Khalfi, ha dicho que se está produciendo una "nueva fase" en la cuestión del Sáhara Occidental, tras las recientes tensiones en la región. "Marruecos no se quedará de brazos cruzados mientras los separatistas intentan alterar el muro del Sahara Occidental marroquí", insistió, refiriéndose a una zona de amortiguación en la frontera de la región en la que están desplegadas las fuerzas de la ONU.
"La decisión de Marruecos [de abrir el cruce de Guerguerat] ha sido bien recibida y apreciada por muchos países", señaló El-Khalfi. "Se han tomado todas las precauciones legales, diplomáticas y políticas".
El 14 de noviembre, Rabat anunció la reanudación de los enlaces de transporte hacia y desde Mauritania a través del cruce de Guerguerat, después de una operación militar en la que la frontera fue cerrada por elementos leales al Frente Polisario. En respuesta, el Frente declaró el fin del alto el fuego acordado con Marruecos en 1991.
El ejército marroquí anunció más tarde que el cruce fronterizo estaba "completamente asegurado" después de asegurar la circulación de bienes y personas. Los países árabes y africanos apoyaron a Marruecos en su operación contra el Polisario.
Ha habido un conflicto entre Marruecos y el Polisario por la región del Sahara Occidental desde 1975, cuando terminó la ocupación española. El conflicto armado duró hasta 1991; bajo los términos del alto el fuego Guerguerat fue declarado zona desmilitarizada.
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Rabat insiste en su derecho al Sáhara Occidental, y ha propuesto un sistema de autogobierno bajo la soberanía marroquí, mientras que el Frente Polisario quiere un referéndum para determinar el futuro de la región. Apoyados por Argelia, que acoge a los refugiados de la zona en disputa.
"La intervención en Guerguerat puso a [Marruecos] en una nueva posición ofensiva", explicó El-Khalfi. "También afirmó el derecho de Marruecos a asumir su responsabilidad cuando la ONU y otros mediadores no pudieron asegurar el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad por parte del Polisario". La intervención militar, añadió, es "una solución permanente, sostenible y radical" para evitar que los "mercenarios del Polisario" cierren la frontera en el futuro. Tal solución está "apoyada por la legitimidad internacional".
Llamando "propaganda" a la declaración del Polisario sobre la retirada del acuerdo de alto el fuego, el ex funcionario dijo: "Lo que nos importa es que hay una nueva realidad emergiendo en el terreno y una nueva fase se está configurando para poner fin a la ilusión de lograr sus objetivos por medio de las armas".
Marruecos, señaló El-Khalfi, está trabajando en el frente diplomático para poner fin al conflicto, por lo que ha neutralizado el intento de la Unión Africana de explotar la crisis y sembrar la confusión en el Reino, además de los nuevos acuerdos con la UE que abarcan las regiones del sur. Añadió que Rabat está trabajando en la demarcación de las fronteras marítimas y la plataforma continental y se apoya en el hecho de que más de 50 países más han retirado su reconocimiento al Frente Polisario, con lo que el total asciende a 163.
"En el plano interno, Marruecos está ejecutando proyectos de desarrollo en el Sáhara Occidental, activando los mecanismos de derechos humanos e impulsando la infraestructura", concluyó, "y el Reino está trabajando sobre el terreno para detener toda provocación al este del muro del Sáhara Occidental".
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