Ocho combatientes de las milicias pro-iraníes murieron ayer en una incursión israelí en los emplazamientos militares situados en la zona de Jabal Al-Mane, en el sur de Damasco, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los ocho combatientes no son sirios, dijo el director de la organización, Rami Abdel Rahman, sin especificar su nacionalidad.
La incursión israelí tuvo como objetivo un depósito de armas controlado por las fuerzas iraníes, así como por Hezbollah. Hezbollah es un grupo chiíta libanés conocido por su alianza con Irán.
Israel también atacó a un grupo pro-Irán en Quneitra.
Esto viene una semana después de que el ejército israelí dijera que había encontrado varios artefactos explosivos plantados en los Altos del Golán ocupados.
El embajador israelí en la ONU, Gilad Erdan, presentó una queja oficial al Consejo de Seguridad de la ONU, pidiendo "acción inmediata contra la presencia iraní en Siria", después del descubrimiento.
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